El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 7 "Mi lugar favorito"
Siempre imaginé un gran campo de flores de muchos colores, que dan vida y una fragancia que invade nuestra mente, llenándola de gratos recuerdos, recuerdos que llevamos en lo más profundo de nuestro corazón, como pueden ser el hogar, el amor, la familia y tantas alusiones que la dicha inunda cada espacio de nuestro ser.
Caminar por los campos eternos, que se pierden en el horizonte, con tanta belleza natural y pequeños lagos de aguas diáfanas, que nos permite ver el reflejo de nuestra esencia.
Caminar por los pastizales, descalzo, disfrutando de la sensación de tanta tranquilidad y paz, esa armonía que solo encontramos en nuestros sueños.
Siempre imaginé que somos parte de la naturaleza, nos compenetramos con ella, nacimos de ella y somos parte de ella, en nuestro más puro estado, cuando la inocencia y esa sensación de ver las cosas por primera vez nos emociona en nuestra infancia.
Siempre imaginé, caminar por estos lugares, mientras la música tan sublime resuena, como una melodía tan apacible y dulce que llena complementa el lugar a la perfección.
Siempre imaginé todos estos lugares, a los que voy para recordar cuando hermoso es el mundo, que aún existe la perfección, que el amor en todos sus aspectos aún existen y que recuerda que lo último que se pierde es la luz de la esperanza.
Estos son los lugares que están dentro de mis sueños, aquellos que siempre me acompañan y que cuando llegue el final de mis días, serán el recuerdo más grato que tenga antes de mi sueño eterno.
Comparto con ustedes mis lectores, porque en estas palabras represento mis tristezas de estas últimas noches y que escribo con mucho cariño mientas escucho melodías de violín y piano.
Comparto con ustedes mis lectores, ya que siempre habrá malos momentos, siempre saldremos lastimados, pero a pesar de ello no debemos olvidar todo lo que amamos.
Es mi mejor legado contar mis historias, así que siempre lo haré con el mayor cariño.
Caminar por los campos eternos, que se pierden en el horizonte, con tanta belleza natural y pequeños lagos de aguas diáfanas, que nos permite ver el reflejo de nuestra esencia.
Caminar por los pastizales, descalzo, disfrutando de la sensación de tanta tranquilidad y paz, esa armonía que solo encontramos en nuestros sueños.
Siempre imaginé que somos parte de la naturaleza, nos compenetramos con ella, nacimos de ella y somos parte de ella, en nuestro más puro estado, cuando la inocencia y esa sensación de ver las cosas por primera vez nos emociona en nuestra infancia.
Siempre imaginé, caminar por estos lugares, mientras la música tan sublime resuena, como una melodía tan apacible y dulce que llena complementa el lugar a la perfección.
Siempre imaginé todos estos lugares, a los que voy para recordar cuando hermoso es el mundo, que aún existe la perfección, que el amor en todos sus aspectos aún existen y que recuerda que lo último que se pierde es la luz de la esperanza.
Estos son los lugares que están dentro de mis sueños, aquellos que siempre me acompañan y que cuando llegue el final de mis días, serán el recuerdo más grato que tenga antes de mi sueño eterno.
Comparto con ustedes mis lectores, porque en estas palabras represento mis tristezas de estas últimas noches y que escribo con mucho cariño mientas escucho melodías de violín y piano.
Comparto con ustedes mis lectores, ya que siempre habrá malos momentos, siempre saldremos lastimados, pero a pesar de ello no debemos olvidar todo lo que amamos.
Es mi mejor legado contar mis historias, así que siempre lo haré con el mayor cariño.
Luis Pablo
