El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 8 "Sobre los estragos que causan los recuerdos, Dedicado a una gran amiga."
Hoy mientras dormía, recibí una llamada de una gran amiga con la que suelo pasar los días en este pequeño lugar, aunque siempre solíamos bromearnos y reírnos de tonterías todo el tiempo, esta llamada fue distinta, pues ella estaba llorando.
Le pedí que viniera a mi casa, no sin antes hacerle bromas sin sentido (que suele ser mi estilo por naturaleza cuando siento a alguien triste), espere a que llegara y comenzamos a platicar.
Tenía en sus manos un cuaderno que extrajo de su mochila y empezó a decirme que encontró algunos escritos de la mujer que amaba, esos escritos llenos de tanto amor, felicidad y con esas palabras de ensueño que llevan a un extasiado a lo más extremo de la felicidad cuando estamos enamorados.
Ante todo esto, mientras la veía entristecerse cada vez que veía aquellos escritos en ese viejo cuaderno, le pregunté ¿aún te sigue doliendo, a pesar de ser ya tanto tiempo?, fue una pregunta innecesaria, una muy tonta por lo visto, ya que ante su silencio sus expresiones son las que respondían todas mis dudas.
Mis queridos lectores, les comento todo esto, porque entre las interrogantes que suelo tener en mi vida, siempre hay varias a las que suelo volver cada cierto tiempo, es que acaso ¿el tiempo cura todo?, ¿realmente podemos olvidar a alguien a quien solíamos amar con tanta pasión?, ¿Es que acaso que el amor es tan complicado? Si alguien tiene una respuesta que pueda servir, la escucharía con mucha gratitud.
Es tan grande el incierto que tengo ya que no soy un experto en el amor ni en la vida en sí, tan solo trato de ponerme en el lugar de ella y pienso, “ni siquiera yo he podido olvidar completamente a la mujer que amaba”, ¿cómo podría aconsejarla?, ¿cómo ayudarla a sonreír?, cuando recuerdo mi propia historia, antes de ser un ermitaño errante aún tengo recuerdo de los estragos que me causo el amor y pienso:
“lo más sincero que podría hacer, es hacerla sonreír y seguir afirmando que el tiempo pasa”. Aunque a veces esta afirmación suele ser algo pretenciosa.
Cigarro en la mano, unas copas de vino y simplemente platicar, compartir sus recuerdos, escucharla, es una gran amiga y como siempre me duele verla triste.
Es tan complejo el amor, que suelo pensar que cuando perdemos a nuestro gran amor, por cualquiera que sea el motivo, quedamos marcados para siempre, cruzamos una línea que no podremos retornar, porque al acabarse esa magia desmesurada de la relación, perdemos nuestra inocencia y cambiamos, nos cuesta volver a confiar, nos cuesta ser las mismas personas, es tanto el cambio que cada vez enamorarse suele costarnos un poco más.
Entonces suelo pensar, “donde estará la magia del amor”, espero con todo el corazón que se haya extinguido, pues quiero pensar que el verdadero amor existe y comienza en nosotros mismo.
La noche recién comienza y sé que hoy no tendré respuestas a mis interrogantes, pero lo que sí puedo hacer, es acompañar a una gran amiga en su noche de melancolía mientras intento toda la noche hacerla sonreír.
Me despido haciendo alusión a una frase que leí hace mucho que acompaña a mi desconcierto de esta noche:
“Las personas no puede entenderse a sí mismas, menos a los demás, es imposible. Pero es verdad que nos obstinamos por comprender las motivaciones de los demás, eso es lo que hace la vida más emocionante.”
Luis Pablo
