El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 10 "Regresando a mi Esencia."
Como extrañaba la naturaleza, esa belleza tan pura que compenetra nuestro ser a nuestro más primitivo estado y nos transporta a nuestra raíces, a nuestro origen que es la madre tierra, aquella que nos vio nacer y que nos verá morir, porque ella es el principio y también el final.
La inocencia e inmaculada pureza de las plantas y toda vegetación que florece con la maravilla de la creación, la tranquilidad y el equilibrio generado por la ausencia de todo mal.
Los animales, que cohabitan en gran consonancia y ante mis ojos el retrato más puro de amor.
Que grata dicha poder observar tan bello paisaje y dejarse consumir por un estado de tan armoniosa paz, que nos recuerda nuestro estado más significativo e infante, cuando nos descubrimos a nosotros mismos, cuando todo nos genera curiosidad y cuando vemos todo por primera vez.
Siempre regreso a estos paisajes cuando mi alter ego, ese que tiene una vida distinta a la mía, que trabaja en una oficina y que a su vez forma parte de lo que otros llaman sociedad se siente tan estresado y olvida su camino, olvida para que vino a este mundo.
Es triste pensar que me pueda suceder eso, es triste pensar que uno pueda olvidarse de su esencia y dejarse consumir por tantas cosas innecesarias, vanas o superficiales que nos desvían del principio básico de felicidad.
Es por eso que hoy regreso a este lugar, en donde puedo ver florecer paz en cada espacio habitable del lugar y me permite reencontrarme y devolverle a mi ser aquello que me hace falta.
Regreso a este lugar, como si regresará a mi hogar del cual todos formamos parte, solo que algunos pierden el camino.
Así que por hoy abandono mi alter ego y escribo estas líneas para ustedes mis queridos lectores, esperando que cuando tengan tiempo regresen a su estado de armonía y paz y puedan presenciar tan bello lugar como yo lo hago en este momento.
Luis Pablo
