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martes, 10 de marzo de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño Cuarta Carta - "Remembranza, a los amigos, la familia y el Amor"



Remembranza, a los amigos, la familia y el Amor…
De tantos días pasados y tantas experiencias en mi nueva vida, hoy he hecho una parada en la nostalgia, así que decidí detener el tiempo, poner algo de música y paulatinamente escribir.
Mientras evocaba recuerdos a plena noche y dejando divagar mi imaginación, he recordado a personas muy importantes en mi vida, las nuevas amistades, aquellas que me enseñan a diario y me preparan para un camino muy largo por recorrer, poniendo toda su fe en mí y aquellas personas que me adoptaron en su círculo y me brindan un hogar.
Las antiguas amistades, aquellas personas que no han perdido ese toque mágico para sacar lo chabacano, sarcástico, bromista en mí, ese grupo pequeño de personas que aún por teléfono te gritan y te agreden con cariño, que te recuerdan y no olvidan cada experiencia fortuita he historias pasadas.
La familia, esa familia que ahora es más unida que nunca, que el tiempo pasa y cada vez me sorprende más y hacen que los quiera más, en la distancia y en la calamidad.
Pero sobre todo he hecho remembranza en el amor, ese idilio interminable, esa historia inconclusa que a pesar del tiempo pesa más con los recuerdos, ese pensamiento que hace que cite versos de Neruda y Márquez, ese fragmento que hace que me pregunte como estará o si le irá bien, ese pequeño sueño que hace que agarre una copa de vino y diga: “A tu salud niña bella”.
Por hoy he terminado, fue grato escribir, pero sobre todo recordar.


Dejaré una frase en la que citaré a uno de mis escritores favoritos:

“ayer soñé que soñaba conmigo” – Gabriel García Márquez: 12 cuentos peregrinos

Luis Pablo


El Diario de un Hombre Ermitaño Cuarta Carta - "Remembranza, a los amigos, la familia y el Amor"



Remembranza, a los amigos, la familia y el Amor…
De tantos días pasados y tantas experiencias en mi nueva vida, hoy he hecho una parada en la nostalgia, así que decidí detener el tiempo, poner algo de música y paulatinamente escribir.
Mientras evocaba recuerdos a plena noche y dejando divagar mi imaginación, he recordado a personas muy importantes en mi vida, las nuevas amistades, aquellas que me enseñan a diario y me preparan para un camino muy largo por recorrer, poniendo toda su fe en mí y aquellas personas que me adoptaron en su círculo y me brindan un hogar.
Las antiguas amistades, aquellas personas que no han perdido ese toque mágico para sacar lo chabacano, sarcástico, bromista en mí, ese grupo pequeño de personas que aún por teléfono te gritan y te agreden con cariño, que te recuerdan y no olvidan cada experiencia fortuita he historias pasadas.
La familia, esa familia que ahora es más unida que nunca, que el tiempo pasa y cada vez me sorprende más y hacen que los quiera más, en la distancia y en la calamidad.
Pero sobre todo he hecho remembranza en el amor, ese idilio interminable, esa historia inconclusa que a pesar del tiempo pesa más con los recuerdos, ese pensamiento que hace que cite versos de Neruda y Márquez, ese fragmento que hace que me pregunte como estará o si le irá bien, ese pequeño sueño que hace que agarre una copa de vino y diga: “A tu salud niña bella”.
Por hoy he terminado, fue grato escribir, pero sobre todo recordar.


Dejaré una frase en la que citaré a uno de mis escritores favoritos:

“ayer soñé que soñaba conmigo” – Gabriel García Márquez: 12 cuentos peregrinos

Luis Pablo


domingo, 8 de marzo de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta “Feliz día de la mujer”


El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta  “Feliz día de la mujer”

Feliz día a todas las Mujeres

Mujeres, la mayor expresión de perfección creada en nuestra existencia, pues son aquellas que nos acompañan y nos guían de una manera u otra, cuando estamos cegados por tantas cosas que se nos presentan.

Son aquellas que nos dan la vida. Nos traen a este mundo con dolor, con fuerza, en el instante y muestra más puro de amor que pueda existir.

Son aquellas que nos nutren, nos enseñan, pues incluso como madres nuestras, son la primera forma de divinidad presente, aquellas que nos enseñan nuestros primero pasos, que nos ven crecer con esos ojos tiernos de tanto amor.

Son aquellas que despiertan en nosotros el más grande sentimiento existido, el amor, aquel que nos permite ser mejores, que nos incita al cambio, que nos enseña el desarrollo de nuestro lado sentimental expresado para algunos en esquelas de amor como a este escritor  presente.

Son nuestro mejor complemento, nuestra ayuda idónea, la que nos levante y acompaña en nuestros peores momentos y aquellas que siempre tendrán el control de todo aquello que es importante en nuestra vida.

Son ese hálito de belleza constante, son aquellas que nos pueden hacer sentir muy vulnerables y dejarnos a merced de nuestro lado más humano, pero también son aquellas que siempre nos dan el sentimiento de seguridad para hacer las cosas, nos brindan su amor, la ternura, el cariño e incluso en ocasiones representan nuestro entorno de armonía.

No existe halago alguno que pueda definir por completo a una mujer, tan solo me queda poder escribir mis propios pensamientos, mis ideas y así expresar en ellas el agradecimiento y la algarabía generada a aquellas mujeres que a formando y están en mi vida, desde mi Madre, mi hermana, mis amigas, la mujer que amé, aquellas que aún no conozco y en especial a aquella mujer que será el amor de mi vida, que será mi complemento y mi ayuda idónea y que por el momento aún no ha llegado.

Feliz día a todas las Mujeres, de todo corazón, pues celebrar este día no es cosa de un solo día, es un evento que muchos hombres celebramos a diario.

Y para terminar estas palabras cito a uno de mis autores favoritos, con una de sus más grandes frases sobre las mujeres:

“En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.” Gabriel García Márquez.

El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta “Feliz día de la mujer”


El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta  “Feliz día de la mujer”

Feliz día a todas las Mujeres

Mujeres, la mayor expresión de perfección creada en nuestra existencia, pues son aquellas que nos acompañan y nos guían de una manera u otra, cuando estamos cegados por tantas cosas que se nos presentan.

Son aquellas que nos dan la vida. Nos traen a este mundo con dolor, con fuerza, en el instante y muestra más puro de amor que pueda existir.

Son aquellas que nos nutren, nos enseñan, pues incluso como madres nuestras, son la primera forma de divinidad presente, aquellas que nos enseñan nuestros primero pasos, que nos ven crecer con esos ojos tiernos de tanto amor.

Son aquellas que despiertan en nosotros el más grande sentimiento existido, el amor, aquel que nos permite ser mejores, que nos incita al cambio, que nos enseña el desarrollo de nuestro lado sentimental expresado para algunos en esquelas de amor como a este escritor  presente.

Son nuestro mejor complemento, nuestra ayuda idónea, la que nos levante y acompaña en nuestros peores momentos y aquellas que siempre tendrán el control de todo aquello que es importante en nuestra vida.

Son ese hálito de belleza constante, son aquellas que nos pueden hacer sentir muy vulnerables y dejarnos a merced de nuestro lado más humano, pero también son aquellas que siempre nos dan el sentimiento de seguridad para hacer las cosas, nos brindan su amor, la ternura, el cariño e incluso en ocasiones representan nuestro entorno de armonía.

No existe halago alguno que pueda definir por completo a una mujer, tan solo me queda poder escribir mis propios pensamientos, mis ideas y así expresar en ellas el agradecimiento y la algarabía generada a aquellas mujeres que a formando y están en mi vida, desde mi Madre, mi hermana, mis amigas, la mujer que amé, aquellas que aún no conozco y en especial a aquella mujer que será el amor de mi vida, que será mi complemento y mi ayuda idónea y que por el momento aún no ha llegado.

Feliz día a todas las Mujeres, de todo corazón, pues celebrar este día no es cosa de un solo día, es un evento que muchos hombres celebramos a diario.

Y para terminar estas palabras cito a uno de mis autores favoritos, con una de sus más grandes frases sobre las mujeres:

“En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.” Gabriel García Márquez.

sábado, 7 de marzo de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Quinto "C'est la vie"




El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Quinto "C'est la vie"

“Que osadía la mía seguir pensando en ti, en tus recuerdos y en tus abrazos...
Que osadía revivir ese hálito incomprensible que fue tu amor, 
En especial en estas noches después de tanto tiempo.


En el andar de mi camino, he recorrido muchos lugares,
He conocido tantas personas, pero hoy he descubierto que 
El tiempo no se ha llevado algunos recuerdos.


Es la emoción de conocerte por segunda vez, la que crece en mí.
No por que piense que nacerá el amor, pues tal vez no llegue a suceder,
Pero si encontrar la placidez en esos recuerdos que asaltan mi mente.”



Es la algarabía de la incomprensibilidad del amor y el poco entendimiento de nosotros mismos,
es lo que nos motiva a conocer realmente a una persona, ya que eso le da la emoción a la vida.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Quinto "C'est la vie"




El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Quinto "C'est la vie"

“Que osadía la mía seguir pensando en ti, en tus recuerdos y en tus abrazos...
Que osadía revivir ese hálito incomprensible que fue tu amor, 
En especial en estas noches después de tanto tiempo.


En el andar de mi camino, he recorrido muchos lugares,
He conocido tantas personas, pero hoy he descubierto que 
El tiempo no se ha llevado algunos recuerdos.


Es la emoción de conocerte por segunda vez, la que crece en mí.
No por que piense que nacerá el amor, pues tal vez no llegue a suceder,
Pero si encontrar la placidez en esos recuerdos que asaltan mi mente.”



Es la algarabía de la incomprensibilidad del amor y el poco entendimiento de nosotros mismos,
es lo que nos motiva a conocer realmente a una persona, ya que eso le da la emoción a la vida.

Luis Pablo

domingo, 1 de marzo de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta "Volver a verte fue un bello instante"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta "Volver a verte fue un bello instante"


Volver a verte fue un bello instante, no hubo peleas, ni conflictos, ni silencios incómodos, tan solo volvimos a ser nosotros mismos, simplemente fue caminar y pasar la tarde, fue volver a escucharte y comentar sobre las cosas nuevas que realizaste, sobre aquellas preocupaciones que siempre tuviste, fue volver a verte sonreír como una niña tierna, aquella con esa mirada tan dulce que irradias y me contagias de algarabía.

Volver a verte fue una tarde en la cual me desconecté del mundo, tan solo para platicar contigo, reír contigo, caminar a tu lado mientras tu observas el entorno y yo tomando fotos a los paisajes y flores que llaman mi atención.

Volver a verte fue que me llevarás en tu moto para ayudarte en cosas pendientes, que gracioso es ver a las personas observarnos mientras tu tan lozana y bella, dulce y tierna en tu pequeña moto llevas a alguien tan grande como yo, mientras yo aterrado por la idea de caernos y tu tan temeraria y seguro al manejar, demostrándome como siempre que no le tienes miedo a nada.

Volver a verte fue terminar el día y sentarnos a platicar como siempre, mientras tú te sonrojas al verme sonreír y yo te miro directamente a los ojos y tu tan solo atinas a preguntarme ¿Por qué sonríes?

Volver a verte fue olvidarme por completo de la hora, del tiempo, del lugar y de mis obligaciones, tan solo por eso día quise olvidarme de mis responsabilidades para compartir una tarde contigo y fue más que agradable, pues como siempre, fue todo lo que esperaba.

Volver a verte fue de ensueño, fue mágico e irreal, pero también sé que no volverá a suceder, pues nuestra historia no tiene ese tipo de final, yo seguiré siendo errante y tú seguirás en tus cosas, ese es nuestro idilio interminable, constante y sonante.

Así que una vez más, volvemos a nuestros silencios y me pregunto ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para cambiar nuestra historia?

Siempre paciente, lo sé y ahora una vez más tengo un grato recuerdo.

Hasta Pronto. 

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta "Volver a verte fue un bello instante"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta "Volver a verte fue un bello instante"


Volver a verte fue un bello instante, no hubo peleas, ni conflictos, ni silencios incómodos, tan solo volvimos a ser nosotros mismos, simplemente fue caminar y pasar la tarde, fue volver a escucharte y comentar sobre las cosas nuevas que realizaste, sobre aquellas preocupaciones que siempre tuviste, fue volver a verte sonreír como una niña tierna, aquella con esa mirada tan dulce que irradias y me contagias de algarabía.

Volver a verte fue una tarde en la cual me desconecté del mundo, tan solo para platicar contigo, reír contigo, caminar a tu lado mientras tu observas el entorno y yo tomando fotos a los paisajes y flores que llaman mi atención.

Volver a verte fue que me llevarás en tu moto para ayudarte en cosas pendientes, que gracioso es ver a las personas observarnos mientras tu tan lozana y bella, dulce y tierna en tu pequeña moto llevas a alguien tan grande como yo, mientras yo aterrado por la idea de caernos y tu tan temeraria y seguro al manejar, demostrándome como siempre que no le tienes miedo a nada.

Volver a verte fue terminar el día y sentarnos a platicar como siempre, mientras tú te sonrojas al verme sonreír y yo te miro directamente a los ojos y tu tan solo atinas a preguntarme ¿Por qué sonríes?

Volver a verte fue olvidarme por completo de la hora, del tiempo, del lugar y de mis obligaciones, tan solo por eso día quise olvidarme de mis responsabilidades para compartir una tarde contigo y fue más que agradable, pues como siempre, fue todo lo que esperaba.

Volver a verte fue de ensueño, fue mágico e irreal, pero también sé que no volverá a suceder, pues nuestra historia no tiene ese tipo de final, yo seguiré siendo errante y tú seguirás en tus cosas, ese es nuestro idilio interminable, constante y sonante.

Así que una vez más, volvemos a nuestros silencios y me pregunto ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para cambiar nuestra historia?

Siempre paciente, lo sé y ahora una vez más tengo un grato recuerdo.

Hasta Pronto. 

Luis Pablo

miércoles, 25 de febrero de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Segunda Carta "¿Pensarás en mi como yo pienso en ti?"



El Diario de un Hombre Ermitaño  - Segunda Carta  "¿Pensarás en mi como yo pienso en ti?



¿Es necesario el silencio, entre dos personas que solían hablar todas las noches?

Entre la ambigüedad de las cosas, lo solitario de mi camino y el orgullo en el tuyo una vez más terminamos en senderos distintos.

Yo pensando en ti y tu evitando pensar en mí, pero ambos en silencio como si estuviéramos tomados de la mano en lo oculto, en lo secreto, extrañando aquellas palabras tantas veces dichas, que con ternura y gran cariño profesábamos en nuestros encuentros furtivos.

¿Pensarás en mí como yo en ti?

Si, al menos una vez al día pienso en ti, veo con alegría y a la distancia tus progresos, tus logros y celebro la algarabía de verte feliz, en familia, cada vez más radiante y entregada a tu camino.

Sé que no lo aceptarás, pero tú también me observas a la distancia, mis logros, mis recuerdos, mis viajes y de una u otra  forma vuelves a leer los cuentos que escribí para ti y recuerdas con ternura mis historias, mis bromas y tantos escritos que te leía en las noches antes de dormir.

Esa es nuestra nueva historia, separados por nuestras propias decisiones, separados por nuestros sueños personales pero muy en el fondo, a la distancia, esperando que como siempre nuestros caminos vuelvan a cruzarse.

Espero yo estar en lo correcto.

¿Es que acaso te estoy diciendo adiós?

No nunca fue así, es un hasta luego, es un breve fragmento de tiempo congelado para ambos, un tiempo para búsquedas internas y para que la próxima vez que nos encontremos, sea o no en esta vida o en la próxima, podamos cambiar nuestra historia.

Estas son las palabras que escribo para ti en esta noche, las escribo sin saber que llegarán ti, pero como siempre no fue necesario usar muchas palabras para entendernos pues elijo creer que mientras escribo cada letra, tu estas despierta esperando por ellas.

Hasta luego. 

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Segunda Carta "¿Pensarás en mi como yo pienso en ti?"



El Diario de un Hombre Ermitaño  - Segunda Carta  "¿Pensarás en mi como yo pienso en ti?



¿Es necesario el silencio, entre dos personas que solían hablar todas las noches?

Entre la ambigüedad de las cosas, lo solitario de mi camino y el orgullo en el tuyo una vez más terminamos en senderos distintos.

Yo pensando en ti y tu evitando pensar en mí, pero ambos en silencio como si estuviéramos tomados de la mano en lo oculto, en lo secreto, extrañando aquellas palabras tantas veces dichas, que con ternura y gran cariño profesábamos en nuestros encuentros furtivos.

¿Pensarás en mí como yo en ti?

Si, al menos una vez al día pienso en ti, veo con alegría y a la distancia tus progresos, tus logros y celebro la algarabía de verte feliz, en familia, cada vez más radiante y entregada a tu camino.

Sé que no lo aceptarás, pero tú también me observas a la distancia, mis logros, mis recuerdos, mis viajes y de una u otra  forma vuelves a leer los cuentos que escribí para ti y recuerdas con ternura mis historias, mis bromas y tantos escritos que te leía en las noches antes de dormir.

Esa es nuestra nueva historia, separados por nuestras propias decisiones, separados por nuestros sueños personales pero muy en el fondo, a la distancia, esperando que como siempre nuestros caminos vuelvan a cruzarse.

Espero yo estar en lo correcto.

¿Es que acaso te estoy diciendo adiós?

No nunca fue así, es un hasta luego, es un breve fragmento de tiempo congelado para ambos, un tiempo para búsquedas internas y para que la próxima vez que nos encontremos, sea o no en esta vida o en la próxima, podamos cambiar nuestra historia.

Estas son las palabras que escribo para ti en esta noche, las escribo sin saber que llegarán ti, pero como siempre no fue necesario usar muchas palabras para entendernos pues elijo creer que mientras escribo cada letra, tu estas despierta esperando por ellas.

Hasta luego. 

Luis Pablo

miércoles, 18 de febrero de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Cuarto "El hombre que vivía en un Sueño..."



El Diario de un Hombre Ermitaño -  Poema Cuarto  "El hombre que vivía en un Sueño..."


Son aquellas mis memorias perdidas, aquellas donde todo se desvanece…
Donde mis malos recuerdos suelen desaparecer en el más grande olvido…

Es donde comienza florecer aquel tiempo que no existe,
Y donde me quedo atrapado en lo más bello de mi existencia,

En donde sonreír se desfragmenta en cada pequeña parte,
Y la realidad es tan solo un sueño, del que tal vez no despierte.

Suelo soñar con frecuencia, en un lugar donde no existe el dolor,
No existen las penas ni los malos recuerdos…
Un lugar en donde todo florece, incluso desde las lágrimas,
Un lugar que solo puede ser descrito cuando ya lo hemos visto todo.

Este es mi lugar de ensueño, mi encierro fortuito, mi universo personal…
Aquel que alberga mi estado espiritual y la paz que conlleva,
Y es aquel al que iré cuando mi vida transitoria termine.

¿Es que acaso debo despertar?...

“Dentro del equilibrio dado en nuestra existencia, todo ser se representa por ambos lados, lo bueno y lo malo, el pasado y el futuro… Y cualquiera que sea el ejemplo, no existiría lo uno sin lo otro y aunque me equivoque elijo creer que al igual que yo, muchos sueñan despiertos”.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Cuarto "El hombre que vivía en un Sueño..."



El Diario de un Hombre Ermitaño -  Poema Cuarto  "El hombre que vivía en un Sueño..."


Son aquellas mis memorias perdidas, aquellas donde todo se desvanece…
Donde mis malos recuerdos suelen desaparecer en el más grande olvido…

Es donde comienza florecer aquel tiempo que no existe,
Y donde me quedo atrapado en lo más bello de mi existencia,

En donde sonreír se desfragmenta en cada pequeña parte,
Y la realidad es tan solo un sueño, del que tal vez no despierte.

Suelo soñar con frecuencia, en un lugar donde no existe el dolor,
No existen las penas ni los malos recuerdos…
Un lugar en donde todo florece, incluso desde las lágrimas,
Un lugar que solo puede ser descrito cuando ya lo hemos visto todo.

Este es mi lugar de ensueño, mi encierro fortuito, mi universo personal…
Aquel que alberga mi estado espiritual y la paz que conlleva,
Y es aquel al que iré cuando mi vida transitoria termine.

¿Es que acaso debo despertar?...

“Dentro del equilibrio dado en nuestra existencia, todo ser se representa por ambos lados, lo bueno y lo malo, el pasado y el futuro… Y cualquiera que sea el ejemplo, no existiría lo uno sin lo otro y aunque me equivoque elijo creer que al igual que yo, muchos sueñan despiertos”.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Cuarto "El hombre que vivía en un Sueño..."



El Diario de un Hombre Ermitaño -  Poema Cuarto  "El hombre que vivía en un Sueño..."


Son aquellas mis memorias perdidas, aquellas donde todo se desvanece…
Donde mis malos recuerdos suelen desaparecer en el más grande olvido…

Es donde comienza florecer aquel tiempo que no existe,
Y donde me quedo atrapado en lo más bello de mi existencia,

En donde sonreír se desfragmenta en cada pequeña parte,
Y la realidad es tan solo un sueño, del que tal vez no despierte.

Suelo soñar con frecuencia, en un lugar donde no existe el dolor,
No existen las penas ni los malos recuerdos…
Un lugar en donde todo florece, incluso desde las lágrimas,
Un lugar que solo puede ser descrito cuando ya lo hemos visto todo.

Este es mi lugar de ensueño, mi encierro fortuito, mi universo personal…
Aquel que alberga mi estado espiritual y la paz que conlleva,
Y es aquel al que iré cuando mi vida transitoria termine.

¿Es que acaso debo despertar?...

“Dentro del equilibrio dado en nuestra existencia, todo ser se representa por ambos lados, lo bueno y lo malo, el pasado y el futuro… Y cualquiera que sea el ejemplo, no existiría lo uno sin lo otro y aunque me equivoque elijo creer que al igual que yo, muchos sueñan despiertos”.

Luis Pablo

sábado, 14 de febrero de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Tercero "El Hálito de tu Esencia"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Tercero  "El Hálito de tu Esencia"

Hay momentos en que todo se disipa por el aire del entorno y es cuando pierdo ese hálito de tu aroma, de tu recuerdo, de tus besos profesados en aquellas noches perdidas mis recuerdos.

Hay momentos como hoy, en el que tranquilamente me dejo llevar por lo sublime de la música, del cigarro encendido y de las enormes cantidades de papel regadas por el suelo. 

Y esto ocurre mientras yo escribo y profeso sentimientos, sentimientos arraigados dentro de lo más profundo de mí ser, sentimientos que invaden las paredes, transformándolas en cuadros abstractos, en cuadros de interminables formas que se tornan en escritos, en palabras profundas y en sueños corroídos por tu presencia. 

Esa es la manera en como escribo con pasión, pues escribo a cada nota musical, a cada pequeño sonido del piano y contemplo como cada palabra se torna en un verso, se torna en una sonrisa difuminada y se desvanece muy pronto, alejándose de lo real y tangible. 

Escribo ahora porque sé que no lo haré después, escribo ahora pues es mi estado de trance el que me lo permite, me permite recordarte en palabras y en diversas formas, en dibujos creados por mi imaginación, pues llego a comprender que ese es mi arte y mi esencia. 

Y ahora la música se apaga y mis letras terminan, se terminan en un silencio fortuito, un silencio agazapado en la constante ausencia del sonido, en la ausencia de tu recuerdo… 

Y es tan solo en ese momento, en ese instante fragmentado en que suelo aceptar que “Te Extraño”.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Tercero "El Hálito de tu Esencia"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Tercero  "El Hálito de tu Esencia"

Hay momentos en que todo se disipa por el aire del entorno y es cuando pierdo ese hálito de tu aroma, de tu recuerdo, de tus besos profesados en aquellas noches perdidas mis recuerdos.

Hay momentos como hoy, en el que tranquilamente me dejo llevar por lo sublime de la música, del cigarro encendido y de las enormes cantidades de papel regadas por el suelo. 

Y esto ocurre mientras yo escribo y profeso sentimientos, sentimientos arraigados dentro de lo más profundo de mí ser, sentimientos que invaden las paredes, transformándolas en cuadros abstractos, en cuadros de interminables formas que se tornan en escritos, en palabras profundas y en sueños corroídos por tu presencia. 

Esa es la manera en como escribo con pasión, pues escribo a cada nota musical, a cada pequeño sonido del piano y contemplo como cada palabra se torna en un verso, se torna en una sonrisa difuminada y se desvanece muy pronto, alejándose de lo real y tangible. 

Escribo ahora porque sé que no lo haré después, escribo ahora pues es mi estado de trance el que me lo permite, me permite recordarte en palabras y en diversas formas, en dibujos creados por mi imaginación, pues llego a comprender que ese es mi arte y mi esencia. 

Y ahora la música se apaga y mis letras terminan, se terminan en un silencio fortuito, un silencio agazapado en la constante ausencia del sonido, en la ausencia de tu recuerdo… 

Y es tan solo en ese momento, en ese instante fragmentado en que suelo aceptar que “Te Extraño”.

Luis Pablo

miércoles, 28 de enero de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Segundo "Hasta luego"



El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Segundo  "Hasta luego"

Pienso en ti a diario… Pienso en ti cuando recorro aquellas calles en silencio, pienso en ti cuando suelo escribir en las noches a luz del fuego apacible de una fogata, incluso pensaré en ti el día en que tenga que partir, pues aunque ese día este tan cerca sigo pensando en ti mientras escribo. 

Pienso en ti pero no con tristeza, tengo gratos recuerdos de un corto tiempo y siempre suelo llevar lo mejor de cada momento, pero pienso en ti de la manera más feliz posible pues aunque tal vez no digamos nada, puedo asegurar que tú también piensas en mí. 

Así que ambos vivimos en la distancia, pendientes de lo que el otro hace sin decir nada y tal vez continuemos así durante un largo tiempo, tal vez tenga que irme muchas veces más y sé que al volver, sin importar el tiempo de mi ausencia, siempre podré esperar que sonrías al verme o al saber de mí. 

Así que me despediré por adelantado una vez más, sé que no recibiré un adiós o un abrazo de despedida, pero sé que notarás mi ausencia y lo único que puedo decir por ahora es que al volver podamos platicar como siempre, como si nada malo hubiera pasado y tal vez en esta oportunidad ambos tengamos el tiempo necesario para compartirlo y quien sabe crear nuevas historias. 

Así que hasta luego y no olvides sonreír.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Segundo "Hasta luego"



El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Segundo  "Hasta luego"

Pienso en ti a diario… Pienso en ti cuando recorro aquellas calles en silencio, pienso en ti cuando suelo escribir en las noches a luz del fuego apacible de una fogata, incluso pensaré en ti el día en que tenga que partir, pues aunque ese día este tan cerca sigo pensando en ti mientras escribo. 

Pienso en ti pero no con tristeza, tengo gratos recuerdos de un corto tiempo y siempre suelo llevar lo mejor de cada momento, pero pienso en ti de la manera más feliz posible pues aunque tal vez no digamos nada, puedo asegurar que tú también piensas en mí. 

Así que ambos vivimos en la distancia, pendientes de lo que el otro hace sin decir nada y tal vez continuemos así durante un largo tiempo, tal vez tenga que irme muchas veces más y sé que al volver, sin importar el tiempo de mi ausencia, siempre podré esperar que sonrías al verme o al saber de mí. 

Así que me despediré por adelantado una vez más, sé que no recibiré un adiós o un abrazo de despedida, pero sé que notarás mi ausencia y lo único que puedo decir por ahora es que al volver podamos platicar como siempre, como si nada malo hubiera pasado y tal vez en esta oportunidad ambos tengamos el tiempo necesario para compartirlo y quien sabe crear nuevas historias. 

Así que hasta luego y no olvides sonreír.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Primero "Escribo Poemas sin tener destinatario."


El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Primero "Escribo Poemas sin tener destinatario."

Escribo poemas sin tener destinatario, 

Escribo esquelas de amor a una alusión utópica de ensueño…



Escribo versos a una persona que fue creada de ideas y sueños
Y la emoción vibrante de sentirse enamorado…

Escribo al amor que aún no conozco, que me es indiferente…
Pero no por ello emocionante. 

Escribo en esta noche como lo haría Neruda en sus versos más profundos…
Escribo como García Márquez en su definición de la belleza de la mujer.
Representada en un cuadro de monumento, con una bella lozana y profunda

De esa belleza que se siente no solo en el exterior, sino en la esencia misma…
En la belleza profunda y más notable del corazón…

En la belleza de la mirada, de la ternura que solo puede transmitir una mujer verdadera…
De esas mujeres que se presentan una sola vez en la vida…

De esas mujeres que solo basta su presencia para que todo cambie, 
De esas que solo te dan dos caminos, el ser una mejor persona y crecer…
O dejarte llevar por los estragos que causa el amor.

Escribo poemas sin tener destinatario…
Pero lo hago con una sonrisa, pues el amor llega por sí solo,
Llega cuando menos lo esperas, llega cuando aprendiste a amarte a ti mismo
Y amar a los demás, llega por sí solo.

Escribo poemas y no habrá destinatario…
No lo habrá en un tiempo, pero llegará en el momento correcto

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Primero "Escribo Poemas sin tener destinatario."


El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Primero "Escribo Poemas sin tener destinatario."

Escribo poemas sin tener destinatario, 

Escribo esquelas de amor a una alusión utópica de ensueño…



Escribo versos a una persona que fue creada de ideas y sueños
Y la emoción vibrante de sentirse enamorado…

Escribo al amor que aún no conozco, que me es indiferente…
Pero no por ello emocionante. 

Escribo en esta noche como lo haría Neruda en sus versos más profundos…
Escribo como García Márquez en su definición de la belleza de la mujer.
Representada en un cuadro de monumento, con una bella lozana y profunda

De esa belleza que se siente no solo en el exterior, sino en la esencia misma…
En la belleza profunda y más notable del corazón…

En la belleza de la mirada, de la ternura que solo puede transmitir una mujer verdadera…
De esas mujeres que se presentan una sola vez en la vida…

De esas mujeres que solo basta su presencia para que todo cambie, 
De esas que solo te dan dos caminos, el ser una mejor persona y crecer…
O dejarte llevar por los estragos que causa el amor.

Escribo poemas sin tener destinatario…
Pero lo hago con una sonrisa, pues el amor llega por sí solo,
Llega cuando menos lo esperas, llega cuando aprendiste a amarte a ti mismo
Y amar a los demás, llega por sí solo.

Escribo poemas y no habrá destinatario…
No lo habrá en un tiempo, pero llegará en el momento correcto

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño Tercer Intermedio "El Sonido del Piano y las Letras de este Escritor"




El Diario de un Hombre Ermitaño  Tercer Intermedio  "El Sonido del Piano y las Letras de este Escritor"

Música, ese hálito de perfección que te eleva hacia la belleza,

Al compás del sublime sonido creado para enternecer hasta el corazón más frío..

Y transformarlo, regresarlo a un estado puro de sentimentalismo.

El piano, el sonido del piano, ese majestuoso arte que nos eleva y nos envuelve en las nostalgias, en los recuerdos más profundos y nos regresa a nuestro estado humano.

La música represente cada pequeño aspecto de mi ser, desde su creación...
La ilusión inicial de un sueño perteneciente a su creador, su obra maestra,Y mientras avanza nos llena de regocijo, nos complementa…

Porque cada creador da una parte de esencia a su creación.

Letras, escritos, poemas, escribir al compás de la música, 
Dejarse llevar por el sueño tan sublime, que me transporta a mi lugar favorito.

Escribir esquelas, pensamientos, mis propios sueños...

Escribir fue el mejor regalo que se me dio, lo considero una bendición, lo considero una pasión, es el inicio de mi existencia y el término de ella.

Escribir me permite demostrar mis sentimientos, demostrar cuando puedo amar... O cuan triste me puedo sentir, escribir es apasionante… 

El virtuoso arte de combinar las letras y la música.

Dentro de cada creación de un artista, se puede ver con claridad la esencia de su alma y es debido a esto que en cada compás de la música creada, o cada palabra escrita lleva consigo la existencia y termino de la vida de el mismo”.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño Tercer Intermedio "El Sonido del Piano y las Letras de este Escritor"




El Diario de un Hombre Ermitaño  Tercer Intermedio  "El Sonido del Piano y las Letras de este Escritor"

Música, ese hálito de perfección que te eleva hacia la belleza,

Al compás del sublime sonido creado para enternecer hasta el corazón más frío..

Y transformarlo, regresarlo a un estado puro de sentimentalismo.

El piano, el sonido del piano, ese majestuoso arte que nos eleva y nos envuelve en las nostalgias, en los recuerdos más profundos y nos regresa a nuestro estado humano.

La música represente cada pequeño aspecto de mi ser, desde su creación...
La ilusión inicial de un sueño perteneciente a su creador, su obra maestra,Y mientras avanza nos llena de regocijo, nos complementa…

Porque cada creador da una parte de esencia a su creación.

Letras, escritos, poemas, escribir al compás de la música, 
Dejarse llevar por el sueño tan sublime, que me transporta a mi lugar favorito.

Escribir esquelas, pensamientos, mis propios sueños...

Escribir fue el mejor regalo que se me dio, lo considero una bendición, lo considero una pasión, es el inicio de mi existencia y el término de ella.

Escribir me permite demostrar mis sentimientos, demostrar cuando puedo amar... O cuan triste me puedo sentir, escribir es apasionante… 

El virtuoso arte de combinar las letras y la música.

Dentro de cada creación de un artista, se puede ver con claridad la esencia de su alma y es debido a esto que en cada compás de la música creada, o cada palabra escrita lleva consigo la existencia y termino de la vida de el mismo”.

Luis Pablo

lunes, 26 de enero de 2015

Comenzar mi día, es decirte tantas cosas...



Comenzar mi día, es decirte tantas cosas...

Para una bella mujer con un enorme corazón:

Entre todas las formas que suelo demostrar mis sentimientos, entre cada palabra o historia que suelo crear, no hay nada más hermoso y sincero que escribirte al despertar, “que tengas un hermoso día y no olvides sonreír”, pues es el inicio de nuestra historia diaria, una que suele involucrarnos a nosotros dos, en donde la magia, la ilusión y ese encanto del amor recién comienza como en toda historia.

Siempre me he preguntado si durante el día, al igual que yo, sueles pensar en mí por momentos y termino mostrando una sonrisa, ya que suelo asumir que es así. Y no existe alegría incomparable, que es la que siento cuando llego a casa al terminar mi día y encuentro mensajes tuyos, no imaginas la sonrisa que sueles sacarme cada noche con tus palabras, o al escucharte sobre tu día, sobre tu salud, sobre tu familia, que sé que la adoras.

Me encanta saber que te gusta la manera como escribo, me encanta hacerte sonreír y aunque sé que no sueles tener mucho tiempo libre, cada momento cuenta sin importar que sea pequeño, pues en el encanto de tu persona, en la ternura que tienes al hablar, no hay nada más bello que terminar mi día platicando contigo y sentir como poco a poco te vas quedando dormida y con esa voz dulce y tierna en donde sueles decirme al final “ya me estoy quedando dormida, cuídate mucho si, ya iré a dormir”,

hay tantas cosas que aún no hemos compartido y espero que en este tiempo que tenemos sea suficiente.

Así que por ahora, estas son mis palabras iniciales, sé que las leerás y sé que terminaras sonriendo y sonrojada, pues no esperabas que el día de hoy lo compartiera no solo contigo, sino con todos mis lectores.

Así que recuerda que es mi manera de ser, mi estado natural.

Hasta más tarde niña hermosa, que recién el comienza el día.

Atentamente.

Luis Pablo

Comenzar mi día, es decirte tantas cosas...



Comenzar mi día, es decirte tantas cosas...

Para una bella mujer con un enorme corazón:

Entre todas las formas que suelo demostrar mis sentimientos, entre cada palabra o historia que suelo crear, no hay nada más hermoso y sincero que escribirte al despertar, “que tengas un hermoso día y no olvides sonreír”, pues es el inicio de nuestra historia diaria, una que suele involucrarnos a nosotros dos, en donde la magia, la ilusión y ese encanto del amor recién comienza como en toda historia.

Siempre me he preguntado si durante el día, al igual que yo, sueles pensar en mí por momentos y termino mostrando una sonrisa, ya que suelo asumir que es así. Y no existe alegría incomparable, que es la que siento cuando llego a casa al terminar mi día y encuentro mensajes tuyos, no imaginas la sonrisa que sueles sacarme cada noche con tus palabras, o al escucharte sobre tu día, sobre tu salud, sobre tu familia, que sé que la adoras.

Me encanta saber que te gusta la manera como escribo, me encanta hacerte sonreír y aunque sé que no sueles tener mucho tiempo libre, cada momento cuenta sin importar que sea pequeño, pues en el encanto de tu persona, en la ternura que tienes al hablar, no hay nada más bello que terminar mi día platicando contigo y sentir como poco a poco te vas quedando dormida y con esa voz dulce y tierna en donde sueles decirme al final “ya me estoy quedando dormida, cuídate mucho si, ya iré a dormir”,

hay tantas cosas que aún no hemos compartido y espero que en este tiempo que tenemos sea suficiente.

Así que por ahora, estas son mis palabras iniciales, sé que las leerás y sé que terminaras sonriendo y sonrojada, pues no esperabas que el día de hoy lo compartiera no solo contigo, sino con todos mis lectores.

Así que recuerda que es mi manera de ser, mi estado natural.

Hasta más tarde niña hermosa, que recién el comienza el día.

Atentamente.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 9 "El principio del fin de mi mundo de ermitaño"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 9 "El principio del fin de mi mundo de ermitaño"

“Saber que duermes tú, cierta, segura, cauce fiel de abandono, línea pura, tan cerca de mis brazos maniatados” - Gerardo Diego

Solo en un momento de mi vida tuve esta sensación, la vi dormir con tanta calma y ternura que el mundo se detuvo y lo único que pudo inspirarme a escribir ahora en este momento, es tanta belleza en un solo instante. 

Tanta belleza, que todo se congela, se congela desde mis palabras hasta mis sueños, pues es tan hermosa que siento que la extraño a tan poca distancia.

Tan hermosa y lozana, que enaltece cada verso descrito de mis palabras y me hace comprender la ausencia del amor verdadero en la vida de un escritor como yo.

Es tan plácida la noche que siento que avanza a cada suspiro de aquella bella durmiente y no concibo un final en la que no profese palabras de amor a tan mágico momento.

Y espere hasta el amanecer, pensando en cada palabra que diría, en cada verso que imaginaba y estaba listo, pero que tarde comprendí que tan hermosa noche y tan bello recuerdo era tan solo un sueño, un sueño hilarante y tan mágico escenario que me hizo entender que me había enamorado.

Luis Pablo


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 9 "El principio del fin de mi mundo de ermitaño"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 9 "El principio del fin de mi mundo de ermitaño"

“Saber que duermes tú, cierta, segura, cauce fiel de abandono, línea pura, tan cerca de mis brazos maniatados” - Gerardo Diego

Solo en un momento de mi vida tuve esta sensación, la vi dormir con tanta calma y ternura que el mundo se detuvo y lo único que pudo inspirarme a escribir ahora en este momento, es tanta belleza en un solo instante. 

Tanta belleza, que todo se congela, se congela desde mis palabras hasta mis sueños, pues es tan hermosa que siento que la extraño a tan poca distancia.

Tan hermosa y lozana, que enaltece cada verso descrito de mis palabras y me hace comprender la ausencia del amor verdadero en la vida de un escritor como yo.

Es tan plácida la noche que siento que avanza a cada suspiro de aquella bella durmiente y no concibo un final en la que no profese palabras de amor a tan mágico momento.

Y espere hasta el amanecer, pensando en cada palabra que diría, en cada verso que imaginaba y estaba listo, pero que tarde comprendí que tan hermosa noche y tan bello recuerdo era tan solo un sueño, un sueño hilarante y tan mágico escenario que me hizo entender que me había enamorado.

Luis Pablo


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 9 "El principio del fin de mi mundo de ermitaño"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 9 "El principio del fin de mi mundo de ermitaño"

“Saber que duermes tú, cierta, segura, cauce fiel de abandono, línea pura, tan cerca de mis brazos maniatados” - Gerardo Diego

Solo en un momento de mi vida tuve esta sensación, la vi dormir con tanta calma y ternura que el mundo se detuvo y lo único que pudo inspirarme a escribir ahora en este momento, es tanta belleza en un solo instante. 

Tanta belleza, que todo se congela, se congela desde mis palabras hasta mis sueños, pues es tan hermosa que siento que la extraño a tan poca distancia.

Tan hermosa y lozana, que enaltece cada verso descrito de mis palabras y me hace comprender la ausencia del amor verdadero en la vida de un escritor como yo.

Es tan plácida la noche que siento que avanza a cada suspiro de aquella bella durmiente y no concibo un final en la que no profese palabras de amor a tan mágico momento.

Y espere hasta el amanecer, pensando en cada palabra que diría, en cada verso que imaginaba y estaba listo, pero que tarde comprendí que tan hermosa noche y tan bello recuerdo era tan solo un sueño, un sueño hilarante y tan mágico escenario que me hizo entender que me había enamorado.

Luis Pablo


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 9 "El principio del fin de mi mundo de ermitaño"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 9 "El principio del fin de mi mundo de ermitaño"

“Saber que duermes tú, cierta, segura, cauce fiel de abandono, línea pura, tan cerca de mis brazos maniatados” - Gerardo Diego

Solo en un momento de mi vida tuve esta sensación, la vi dormir con tanta calma y ternura que el mundo se detuvo y lo único que pudo inspirarme a escribir ahora en este momento, es tanta belleza en un solo instante. 

Tanta belleza, que todo se congela, se congela desde mis palabras hasta mis sueños, pues es tan hermosa que siento que la extraño a tan poca distancia.

Tan hermosa y lozana, que enaltece cada verso descrito de mis palabras y me hace comprender la ausencia del amor verdadero en la vida de un escritor como yo.

Es tan plácida la noche que siento que avanza a cada suspiro de aquella bella durmiente y no concibo un final en la que no profese palabras de amor a tan mágico momento.

Y espere hasta el amanecer, pensando en cada palabra que diría, en cada verso que imaginaba y estaba listo, pero que tarde comprendí que tan hermosa noche y tan bello recuerdo era tan solo un sueño, un sueño hilarante y tan mágico escenario que me hizo entender que me había enamorado.

Luis Pablo


“Solo sé que la quiero y la deje marcharse”


“Solo sé que la quiero y la deje marcharse”

"Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón." Gabriel García Márquez


Hay ciertas noches como hoy, cuando no dejo de pensar en ti y recuerdo porque te extraño tanto, recuerdo la primera vez que te bese porque fue la primera vez que te vi , fue la primera vez que pude abrazarte y fue la primera vez que te dije cuanto te amo.
 
Es extraño pensar que ya han pasado varios años y sin embargo aún sigo pensando en ti y comprendí que te extraño al momento en que te deje partir, comprendí que siempre estarás en mi recuerdo desde aquel momento en que me besaste por primera vez, pues comprendí muy tarde que en ese momento ya tenías todo de mí.
 
Comprendí que cada vez que te sigo diciendo “hola”, es una forma de decir “te extraño” y espero emocionado por tus palabras. Aunque tal vez tú ya no sientas la misma emoción por las mías.
 
Comprendí que me mantengo al margen de tu presencia, pues no me atrevo a saber lo que en verdad siento, me aterra la respuesta y por eso prefiero estar alejado.
 
Hoy escribo esto, porque me pase toda la noche pensando en ti y no me atreví a llamarte porque prefiero no saber las respuestas.
 
Así que a la distancia escribo para ti, esperando que siempre te encuentres bien y preguntándome en noches como hoy si tú también sueñas conmigo, si tú también tienes en que recuerdas nuestros momentos, en que extrañas mis abrazos.
 
Sé que pronto amanecerá y será como si nada hubiera pasado y seguiré con mi vida, pero al menos hasta que termine la noche una vez más los recuerdos serán gratos.
 
Hasta una próxima noche.



Luis Pablo

“Solo sé que la quiero y la deje marcharse”


“Solo sé que la quiero y la deje marcharse”

"Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón." Gabriel García Márquez


Hay ciertas noches como hoy, cuando no dejo de pensar en ti y recuerdo porque te extraño tanto, recuerdo la primera vez que te bese porque fue la primera vez que te vi , fue la primera vez que pude abrazarte y fue la primera vez que te dije cuanto te amo.
 
Es extraño pensar que ya han pasado varios años y sin embargo aún sigo pensando en ti y comprendí que te extraño al momento en que te deje partir, comprendí que siempre estarás en mi recuerdo desde aquel momento en que me besaste por primera vez, pues comprendí muy tarde que en ese momento ya tenías todo de mí.
 
Comprendí que cada vez que te sigo diciendo “hola”, es una forma de decir “te extraño” y espero emocionado por tus palabras. Aunque tal vez tú ya no sientas la misma emoción por las mías.
 
Comprendí que me mantengo al margen de tu presencia, pues no me atrevo a saber lo que en verdad siento, me aterra la respuesta y por eso prefiero estar alejado.
 
Hoy escribo esto, porque me pase toda la noche pensando en ti y no me atreví a llamarte porque prefiero no saber las respuestas.
 
Así que a la distancia escribo para ti, esperando que siempre te encuentres bien y preguntándome en noches como hoy si tú también sueñas conmigo, si tú también tienes en que recuerdas nuestros momentos, en que extrañas mis abrazos.
 
Sé que pronto amanecerá y será como si nada hubiera pasado y seguiré con mi vida, pero al menos hasta que termine la noche una vez más los recuerdos serán gratos.
 
Hasta una próxima noche.



Luis Pablo

“Solo sé que la quiero y la deje marcharse”


“Solo sé que la quiero y la deje marcharse”

"Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón." Gabriel García Márquez


Hay ciertas noches como hoy, cuando no dejo de pensar en ti y recuerdo porque te extraño tanto, recuerdo la primera vez que te bese porque fue la primera vez que te vi , fue la primera vez que pude abrazarte y fue la primera vez que te dije cuanto te amo.
 
Es extraño pensar que ya han pasado varios años y sin embargo aún sigo pensando en ti y comprendí que te extraño al momento en que te deje partir, comprendí que siempre estarás en mi recuerdo desde aquel momento en que me besaste por primera vez, pues comprendí muy tarde que en ese momento ya tenías todo de mí.
 
Comprendí que cada vez que te sigo diciendo “hola”, es una forma de decir “te extraño” y espero emocionado por tus palabras. Aunque tal vez tú ya no sientas la misma emoción por las mías.
 
Comprendí que me mantengo al margen de tu presencia, pues no me atrevo a saber lo que en verdad siento, me aterra la respuesta y por eso prefiero estar alejado.
 
Hoy escribo esto, porque me pase toda la noche pensando en ti y no me atreví a llamarte porque prefiero no saber las respuestas.
 
Así que a la distancia escribo para ti, esperando que siempre te encuentres bien y preguntándome en noches como hoy si tú también sueñas conmigo, si tú también tienes en que recuerdas nuestros momentos, en que extrañas mis abrazos.
 
Sé que pronto amanecerá y será como si nada hubiera pasado y seguiré con mi vida, pero al menos hasta que termine la noche una vez más los recuerdos serán gratos.
 
Hasta una próxima noche.



Luis Pablo

“Solo sé que la quiero y la deje marcharse”


“Solo sé que la quiero y la deje marcharse”

"Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón." Gabriel García Márquez


Hay ciertas noches como hoy, cuando no dejo de pensar en ti y recuerdo porque te extraño tanto, recuerdo la primera vez que te bese porque fue la primera vez que te vi , fue la primera vez que pude abrazarte y fue la primera vez que te dije cuanto te amo.
 
Es extraño pensar que ya han pasado varios años y sin embargo aún sigo pensando en ti y comprendí que te extraño al momento en que te deje partir, comprendí que siempre estarás en mi recuerdo desde aquel momento en que me besaste por primera vez, pues comprendí muy tarde que en ese momento ya tenías todo de mí.
 
Comprendí que cada vez que te sigo diciendo “hola”, es una forma de decir “te extraño” y espero emocionado por tus palabras. Aunque tal vez tú ya no sientas la misma emoción por las mías.
 
Comprendí que me mantengo al margen de tu presencia, pues no me atrevo a saber lo que en verdad siento, me aterra la respuesta y por eso prefiero estar alejado.
 
Hoy escribo esto, porque me pase toda la noche pensando en ti y no me atreví a llamarte porque prefiero no saber las respuestas.
 
Así que a la distancia escribo para ti, esperando que siempre te encuentres bien y preguntándome en noches como hoy si tú también sueñas conmigo, si tú también tienes en que recuerdas nuestros momentos, en que extrañas mis abrazos.
 
Sé que pronto amanecerá y será como si nada hubiera pasado y seguiré con mi vida, pero al menos hasta que termine la noche una vez más los recuerdos serán gratos.
 
Hasta una próxima noche.



Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Segundo Intermedio "Mis versos en esta noche que no termina y tu a la distancia..."


El Diario de un Hombre Ermitaño - Segundo Intermedio "Mis versos en esta noche que no termina y tu a la distancia..."

Evocar en silencio palabras, imaginando caminar a tu lado en esta noche que recién comienza.

Evocar en silencio recuerdos, al compás de la melodía recordando tus palabras y las mías

OH! hermosa mujer, la de mis sueños, aquella tan arraigada a mi corazón y a mi ser, que causa los estragos más agradables del amor en mí y me lleva de la mano elevándome al cielo.

Escribo recordando tu nombre, en una utopía de momentos fragmentados, imaginando los mejores y queriéndote cada vez más en secreto, en lo oscuro y en lo adverso.

Imagino esas charlas que tendremos al amanecer, compartiendo nuestros pensamientos, yo recitando mis versos y tu sonrojándote, siendo tan tierna como siempre.

Escribo esta noche tantas cosas, cuando en tu ausencia se sobrepone el recuerdo a la alegría...

Imaginar la silueta de tus labios, en una algarabía desierta, y en un instante un abrazo y en otro el olvido y la distancia.

Escribo esta noche, en un sentimiento extraño, despidiéndome y entregándome a mis sueños...

donde por un instante podré verte de nuevo, y al amanecer comenzará de nuevo el anhelo de mis recuerdos.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Segundo Intermedio "Mis versos en esta noche que no termina y tu a la distancia..."


El Diario de un Hombre Ermitaño - Segundo Intermedio "Mis versos en esta noche que no termina y tu a la distancia..."

Evocar en silencio palabras, imaginando caminar a tu lado en esta noche que recién comienza.

Evocar en silencio recuerdos, al compás de la melodía recordando tus palabras y las mías

OH! hermosa mujer, la de mis sueños, aquella tan arraigada a mi corazón y a mi ser, que causa los estragos más agradables del amor en mí y me lleva de la mano elevándome al cielo.

Escribo recordando tu nombre, en una utopía de momentos fragmentados, imaginando los mejores y queriéndote cada vez más en secreto, en lo oscuro y en lo adverso.

Imagino esas charlas que tendremos al amanecer, compartiendo nuestros pensamientos, yo recitando mis versos y tu sonrojándote, siendo tan tierna como siempre.

Escribo esta noche tantas cosas, cuando en tu ausencia se sobrepone el recuerdo a la alegría...

Imaginar la silueta de tus labios, en una algarabía desierta, y en un instante un abrazo y en otro el olvido y la distancia.

Escribo esta noche, en un sentimiento extraño, despidiéndome y entregándome a mis sueños...

donde por un instante podré verte de nuevo, y al amanecer comenzará de nuevo el anhelo de mis recuerdos.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 6 "Sobre el amor y mis propios anhelos"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 6 "Sobre el amor y mis propios anhelos"

Comienzo este escrito con la siguiente frase de Gabriel García Márquez:

“En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.” 

Siempre pensé que en algún momento de mi vida, llegaría enamorarme y encontraría una persona que pudiera comprender mi forma de ser, de actuar, que podría lidiar con lo bueno o malo en mí, no significa que sea una persona complicada, pero como ser humano tengo virtudes y también defectos.

He escrito la mayor parte de mi vida, acerca del amor, el amor a uno mismo, a la familia, a los amigos, a los recuerdos, incluso me pase horas, días y años escribiendo al amor en sí, pero es irónico ya que en mis años de vida he pasado la mayoría de ellos siguiendo otro camino distinto y que en su mayoría de ellos involucraba el exilio.

Claro, durante el camino conocí mujeres, que cambiaron mi vida, me enseñaron a madurar y me demuestran cada día, que el hombre en su lucha diaria de sombras siempre va a necesitar una luz, esa luz que de manera tierna demuestra nuestro lado humano y nos deja vulnerables ante aquellas mujeres que nos complementan.

A veces llego a pensar que en la búsqueda de conocernos a nosotros mismos, que es un idilio tan complicado, se dispuso que encontremos a esa persona que nos acompañará para ayudarnos en la búsqueda de la tan aclamada felicidad y aunque suene algo muy gastado o muchas personas piensen lo contrario a mí, creo firmemente en el amor verdadero, pues a pesar de que a diario en mi vida de alter ego (por no decir mi trabajo), suelo ser racional y analítico, nunca existió motivo para dejar de ser emocional.

Incluso ahora, que he decidido quedarme en esta ciudad, por un largo periodo, ya que en mi búsqueda de la tranquilidad y establecerme de una forma u otra, encontré lo que buscaba en los cimientos de mi esencia, en el lugar al que jamás pensé regresar que era el hogar, el primero.

Imagino, que escribir sobre el amor, no es tan fácil pues uno no puede definirlo, tienes que vivirlo.

Si menciono todo esto, es porque ahora sentando en las afueras de algún lugar mientras disfruto de esta lluvia y la música de Amanda Palmer, he decidido compartir con ustedes que estoy enamorado.
Aún no conozco el final de esta historia, pero es muy hermoso, pensar en alguien, escribirle a diario, hacerla sonreír y quedar emocionado cada vez más que puedo conocerla.

Así que hoy les comentaré algo sobre ella y espero claro que ella pueda leer estas palabras, pues son las primeras que serán abiertamente compartidas y que ella aparece en mis letras.
La conozco hace mucho tiempo, siempre tuvo esa mirada tierna y esa sonrisa que enamora y te deslumbra a tan solo un instante y que simplemente es mágico.

Es curioso cómo funcionan las cosas, conoces a alguien, te gusta, te enamoras, pero ¿serás capaz de decirle tus sentimientos?, en mi caso siempre suele ser complicado, pues este querido escritor es una persona tímida, algo huraña y como siempre con un corazón de ermitaño.

Cómo podría decirle a una chica como ella, que pienso en ella, que escribo para ella, que incluso cuando camino por las calles, entre mis audífonos y obviando a todo el mundo, mi mente divaga sobre cómo estará ella.

La conozco hace mucho, que es tan curioso como en el pasar de los años nos hemos cruzado tanto y en varias ocasiones y a pesar de ellos nunca tuve el valor de decir ni una sola palabra para acercarme más.

Siempre intercambiábamos un sencillo “hola” y mis intentos de conocerla más no eran muy progresivos, debido a mi timidez y como siempre terminaba por irme viaje ya que mi estadía era siempre tan corta y aquella mujer se quedaba con mis pensamientos.

Hubo ocasiones, o ciertos años que las cosas mejoraban, pues podía conversar más con ella, compartimos largas charlas por teléfono, sobre sus sueños, sus libros predilectos, sus gustos y sobre cualquier tema que ella quisiera compartir conmigo, pues yo solo quedaba maravillado ante aquella mujer que emergía de mis sueños y se transformaba en mi musa, la inspiración a cada palabra nueva que tenga.

Pero al final siempre dejaba que el tiempo pasará, pues mi vida y mi alter ego, me llevaban por otras ciudades, por otros destinos, tan alejados y tan distantes que volvía perder todo contacto con ella.

Y han pasado muchos años mis queridos lectores, mucho tiempo para que yo regresará a este pequeño lugar donde se encuentra ella, pero ¿Sería capaz de intentarlo una vez más?, tenía que intentarlo, ahora que había regresado y tenía todo el tiempo del mundo solo para mí, porque no decir lo que siento, por qué no decirle que este escritor ermitaño piensa en ella cada día y que espera el día en que pueda recitarle mis escritos mientras la veo sonrojarse.

Aquí comienza mi nueva historia personal, mis queridos lectores, pues esta es la etapa denominada como amor, en donde cada noche busco enamorar a esa persona con la sonrisa tierna y la mirada que siempre me ha dejado maravillado con todo.

Espero que este pequeño escrito, siga aumentando de párrafos a diario y que como siempre sea del agrado de todos ustedes.

En especial para aquella mujer, que me deslumbra a diario y se roba mi sueño

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 6 "Sobre el amor y mis propios anhelos"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 6 "Sobre el amor y mis propios anhelos"

Comienzo este escrito con la siguiente frase de Gabriel García Márquez:

“En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.” 

Siempre pensé que en algún momento de mi vida, llegaría enamorarme y encontraría una persona que pudiera comprender mi forma de ser, de actuar, que podría lidiar con lo bueno o malo en mí, no significa que sea una persona complicada, pero como ser humano tengo virtudes y también defectos.

He escrito la mayor parte de mi vida, acerca del amor, el amor a uno mismo, a la familia, a los amigos, a los recuerdos, incluso me pase horas, días y años escribiendo al amor en sí, pero es irónico ya que en mis años de vida he pasado la mayoría de ellos siguiendo otro camino distinto y que en su mayoría de ellos involucraba el exilio.

Claro, durante el camino conocí mujeres, que cambiaron mi vida, me enseñaron a madurar y me demuestran cada día, que el hombre en su lucha diaria de sombras siempre va a necesitar una luz, esa luz que de manera tierna demuestra nuestro lado humano y nos deja vulnerables ante aquellas mujeres que nos complementan.

A veces llego a pensar que en la búsqueda de conocernos a nosotros mismos, que es un idilio tan complicado, se dispuso que encontremos a esa persona que nos acompañará para ayudarnos en la búsqueda de la tan aclamada felicidad y aunque suene algo muy gastado o muchas personas piensen lo contrario a mí, creo firmemente en el amor verdadero, pues a pesar de que a diario en mi vida de alter ego (por no decir mi trabajo), suelo ser racional y analítico, nunca existió motivo para dejar de ser emocional.

Incluso ahora, que he decidido quedarme en esta ciudad, por un largo periodo, ya que en mi búsqueda de la tranquilidad y establecerme de una forma u otra, encontré lo que buscaba en los cimientos de mi esencia, en el lugar al que jamás pensé regresar que era el hogar, el primero.

Imagino, que escribir sobre el amor, no es tan fácil pues uno no puede definirlo, tienes que vivirlo.

Si menciono todo esto, es porque ahora sentando en las afueras de algún lugar mientras disfruto de esta lluvia y la música de Amanda Palmer, he decidido compartir con ustedes que estoy enamorado.
Aún no conozco el final de esta historia, pero es muy hermoso, pensar en alguien, escribirle a diario, hacerla sonreír y quedar emocionado cada vez más que puedo conocerla.

Así que hoy les comentaré algo sobre ella y espero claro que ella pueda leer estas palabras, pues son las primeras que serán abiertamente compartidas y que ella aparece en mis letras.
La conozco hace mucho tiempo, siempre tuvo esa mirada tierna y esa sonrisa que enamora y te deslumbra a tan solo un instante y que simplemente es mágico.

Es curioso cómo funcionan las cosas, conoces a alguien, te gusta, te enamoras, pero ¿serás capaz de decirle tus sentimientos?, en mi caso siempre suele ser complicado, pues este querido escritor es una persona tímida, algo huraña y como siempre con un corazón de ermitaño.

Cómo podría decirle a una chica como ella, que pienso en ella, que escribo para ella, que incluso cuando camino por las calles, entre mis audífonos y obviando a todo el mundo, mi mente divaga sobre cómo estará ella.

La conozco hace mucho, que es tan curioso como en el pasar de los años nos hemos cruzado tanto y en varias ocasiones y a pesar de ellos nunca tuve el valor de decir ni una sola palabra para acercarme más.

Siempre intercambiábamos un sencillo “hola” y mis intentos de conocerla más no eran muy progresivos, debido a mi timidez y como siempre terminaba por irme viaje ya que mi estadía era siempre tan corta y aquella mujer se quedaba con mis pensamientos.

Hubo ocasiones, o ciertos años que las cosas mejoraban, pues podía conversar más con ella, compartimos largas charlas por teléfono, sobre sus sueños, sus libros predilectos, sus gustos y sobre cualquier tema que ella quisiera compartir conmigo, pues yo solo quedaba maravillado ante aquella mujer que emergía de mis sueños y se transformaba en mi musa, la inspiración a cada palabra nueva que tenga.

Pero al final siempre dejaba que el tiempo pasará, pues mi vida y mi alter ego, me llevaban por otras ciudades, por otros destinos, tan alejados y tan distantes que volvía perder todo contacto con ella.

Y han pasado muchos años mis queridos lectores, mucho tiempo para que yo regresará a este pequeño lugar donde se encuentra ella, pero ¿Sería capaz de intentarlo una vez más?, tenía que intentarlo, ahora que había regresado y tenía todo el tiempo del mundo solo para mí, porque no decir lo que siento, por qué no decirle que este escritor ermitaño piensa en ella cada día y que espera el día en que pueda recitarle mis escritos mientras la veo sonrojarse.

Aquí comienza mi nueva historia personal, mis queridos lectores, pues esta es la etapa denominada como amor, en donde cada noche busco enamorar a esa persona con la sonrisa tierna y la mirada que siempre me ha dejado maravillado con todo.

Espero que este pequeño escrito, siga aumentando de párrafos a diario y que como siempre sea del agrado de todos ustedes.

En especial para aquella mujer, que me deslumbra a diario y se roba mi sueño

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 6 "Sobre el amor y mis propios anhelos"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 6 "Sobre el amor y mis propios anhelos"

Comienzo este escrito con la siguiente frase de Gabriel García Márquez:

“En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.” 

Siempre pensé que en algún momento de mi vida, llegaría enamorarme y encontraría una persona que pudiera comprender mi forma de ser, de actuar, que podría lidiar con lo bueno o malo en mí, no significa que sea una persona complicada, pero como ser humano tengo virtudes y también defectos.

He escrito la mayor parte de mi vida, acerca del amor, el amor a uno mismo, a la familia, a los amigos, a los recuerdos, incluso me pase horas, días y años escribiendo al amor en sí, pero es irónico ya que en mis años de vida he pasado la mayoría de ellos siguiendo otro camino distinto y que en su mayoría de ellos involucraba el exilio.

Claro, durante el camino conocí mujeres, que cambiaron mi vida, me enseñaron a madurar y me demuestran cada día, que el hombre en su lucha diaria de sombras siempre va a necesitar una luz, esa luz que de manera tierna demuestra nuestro lado humano y nos deja vulnerables ante aquellas mujeres que nos complementan.

A veces llego a pensar que en la búsqueda de conocernos a nosotros mismos, que es un idilio tan complicado, se dispuso que encontremos a esa persona que nos acompañará para ayudarnos en la búsqueda de la tan aclamada felicidad y aunque suene algo muy gastado o muchas personas piensen lo contrario a mí, creo firmemente en el amor verdadero, pues a pesar de que a diario en mi vida de alter ego (por no decir mi trabajo), suelo ser racional y analítico, nunca existió motivo para dejar de ser emocional.

Incluso ahora, que he decidido quedarme en esta ciudad, por un largo periodo, ya que en mi búsqueda de la tranquilidad y establecerme de una forma u otra, encontré lo que buscaba en los cimientos de mi esencia, en el lugar al que jamás pensé regresar que era el hogar, el primero.

Imagino, que escribir sobre el amor, no es tan fácil pues uno no puede definirlo, tienes que vivirlo.

Si menciono todo esto, es porque ahora sentando en las afueras de algún lugar mientras disfruto de esta lluvia y la música de Amanda Palmer, he decidido compartir con ustedes que estoy enamorado.
Aún no conozco el final de esta historia, pero es muy hermoso, pensar en alguien, escribirle a diario, hacerla sonreír y quedar emocionado cada vez más que puedo conocerla.

Así que hoy les comentaré algo sobre ella y espero claro que ella pueda leer estas palabras, pues son las primeras que serán abiertamente compartidas y que ella aparece en mis letras.
La conozco hace mucho tiempo, siempre tuvo esa mirada tierna y esa sonrisa que enamora y te deslumbra a tan solo un instante y que simplemente es mágico.

Es curioso cómo funcionan las cosas, conoces a alguien, te gusta, te enamoras, pero ¿serás capaz de decirle tus sentimientos?, en mi caso siempre suele ser complicado, pues este querido escritor es una persona tímida, algo huraña y como siempre con un corazón de ermitaño.

Cómo podría decirle a una chica como ella, que pienso en ella, que escribo para ella, que incluso cuando camino por las calles, entre mis audífonos y obviando a todo el mundo, mi mente divaga sobre cómo estará ella.

La conozco hace mucho, que es tan curioso como en el pasar de los años nos hemos cruzado tanto y en varias ocasiones y a pesar de ellos nunca tuve el valor de decir ni una sola palabra para acercarme más.

Siempre intercambiábamos un sencillo “hola” y mis intentos de conocerla más no eran muy progresivos, debido a mi timidez y como siempre terminaba por irme viaje ya que mi estadía era siempre tan corta y aquella mujer se quedaba con mis pensamientos.

Hubo ocasiones, o ciertos años que las cosas mejoraban, pues podía conversar más con ella, compartimos largas charlas por teléfono, sobre sus sueños, sus libros predilectos, sus gustos y sobre cualquier tema que ella quisiera compartir conmigo, pues yo solo quedaba maravillado ante aquella mujer que emergía de mis sueños y se transformaba en mi musa, la inspiración a cada palabra nueva que tenga.

Pero al final siempre dejaba que el tiempo pasará, pues mi vida y mi alter ego, me llevaban por otras ciudades, por otros destinos, tan alejados y tan distantes que volvía perder todo contacto con ella.

Y han pasado muchos años mis queridos lectores, mucho tiempo para que yo regresará a este pequeño lugar donde se encuentra ella, pero ¿Sería capaz de intentarlo una vez más?, tenía que intentarlo, ahora que había regresado y tenía todo el tiempo del mundo solo para mí, porque no decir lo que siento, por qué no decirle que este escritor ermitaño piensa en ella cada día y que espera el día en que pueda recitarle mis escritos mientras la veo sonrojarse.

Aquí comienza mi nueva historia personal, mis queridos lectores, pues esta es la etapa denominada como amor, en donde cada noche busco enamorar a esa persona con la sonrisa tierna y la mirada que siempre me ha dejado maravillado con todo.

Espero que este pequeño escrito, siga aumentando de párrafos a diario y que como siempre sea del agrado de todos ustedes.

En especial para aquella mujer, que me deslumbra a diario y se roba mi sueño

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 6 "Sobre el amor y mis propios anhelos"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 6 "Sobre el amor y mis propios anhelos"

Comienzo este escrito con la siguiente frase de Gabriel García Márquez:

“En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.” 

Siempre pensé que en algún momento de mi vida, llegaría enamorarme y encontraría una persona que pudiera comprender mi forma de ser, de actuar, que podría lidiar con lo bueno o malo en mí, no significa que sea una persona complicada, pero como ser humano tengo virtudes y también defectos.

He escrito la mayor parte de mi vida, acerca del amor, el amor a uno mismo, a la familia, a los amigos, a los recuerdos, incluso me pase horas, días y años escribiendo al amor en sí, pero es irónico ya que en mis años de vida he pasado la mayoría de ellos siguiendo otro camino distinto y que en su mayoría de ellos involucraba el exilio.

Claro, durante el camino conocí mujeres, que cambiaron mi vida, me enseñaron a madurar y me demuestran cada día, que el hombre en su lucha diaria de sombras siempre va a necesitar una luz, esa luz que de manera tierna demuestra nuestro lado humano y nos deja vulnerables ante aquellas mujeres que nos complementan.

A veces llego a pensar que en la búsqueda de conocernos a nosotros mismos, que es un idilio tan complicado, se dispuso que encontremos a esa persona que nos acompañará para ayudarnos en la búsqueda de la tan aclamada felicidad y aunque suene algo muy gastado o muchas personas piensen lo contrario a mí, creo firmemente en el amor verdadero, pues a pesar de que a diario en mi vida de alter ego (por no decir mi trabajo), suelo ser racional y analítico, nunca existió motivo para dejar de ser emocional.

Incluso ahora, que he decidido quedarme en esta ciudad, por un largo periodo, ya que en mi búsqueda de la tranquilidad y establecerme de una forma u otra, encontré lo que buscaba en los cimientos de mi esencia, en el lugar al que jamás pensé regresar que era el hogar, el primero.

Imagino, que escribir sobre el amor, no es tan fácil pues uno no puede definirlo, tienes que vivirlo.

Si menciono todo esto, es porque ahora sentando en las afueras de algún lugar mientras disfruto de esta lluvia y la música de Amanda Palmer, he decidido compartir con ustedes que estoy enamorado.
Aún no conozco el final de esta historia, pero es muy hermoso, pensar en alguien, escribirle a diario, hacerla sonreír y quedar emocionado cada vez más que puedo conocerla.

Así que hoy les comentaré algo sobre ella y espero claro que ella pueda leer estas palabras, pues son las primeras que serán abiertamente compartidas y que ella aparece en mis letras.
La conozco hace mucho tiempo, siempre tuvo esa mirada tierna y esa sonrisa que enamora y te deslumbra a tan solo un instante y que simplemente es mágico.

Es curioso cómo funcionan las cosas, conoces a alguien, te gusta, te enamoras, pero ¿serás capaz de decirle tus sentimientos?, en mi caso siempre suele ser complicado, pues este querido escritor es una persona tímida, algo huraña y como siempre con un corazón de ermitaño.

Cómo podría decirle a una chica como ella, que pienso en ella, que escribo para ella, que incluso cuando camino por las calles, entre mis audífonos y obviando a todo el mundo, mi mente divaga sobre cómo estará ella.

La conozco hace mucho, que es tan curioso como en el pasar de los años nos hemos cruzado tanto y en varias ocasiones y a pesar de ellos nunca tuve el valor de decir ni una sola palabra para acercarme más.

Siempre intercambiábamos un sencillo “hola” y mis intentos de conocerla más no eran muy progresivos, debido a mi timidez y como siempre terminaba por irme viaje ya que mi estadía era siempre tan corta y aquella mujer se quedaba con mis pensamientos.

Hubo ocasiones, o ciertos años que las cosas mejoraban, pues podía conversar más con ella, compartimos largas charlas por teléfono, sobre sus sueños, sus libros predilectos, sus gustos y sobre cualquier tema que ella quisiera compartir conmigo, pues yo solo quedaba maravillado ante aquella mujer que emergía de mis sueños y se transformaba en mi musa, la inspiración a cada palabra nueva que tenga.

Pero al final siempre dejaba que el tiempo pasará, pues mi vida y mi alter ego, me llevaban por otras ciudades, por otros destinos, tan alejados y tan distantes que volvía perder todo contacto con ella.

Y han pasado muchos años mis queridos lectores, mucho tiempo para que yo regresará a este pequeño lugar donde se encuentra ella, pero ¿Sería capaz de intentarlo una vez más?, tenía que intentarlo, ahora que había regresado y tenía todo el tiempo del mundo solo para mí, porque no decir lo que siento, por qué no decirle que este escritor ermitaño piensa en ella cada día y que espera el día en que pueda recitarle mis escritos mientras la veo sonrojarse.

Aquí comienza mi nueva historia personal, mis queridos lectores, pues esta es la etapa denominada como amor, en donde cada noche busco enamorar a esa persona con la sonrisa tierna y la mirada que siempre me ha dejado maravillado con todo.

Espero que este pequeño escrito, siga aumentando de párrafos a diario y que como siempre sea del agrado de todos ustedes.

En especial para aquella mujer, que me deslumbra a diario y se roba mi sueño

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Primer Intermedio "Para la Mujer que amo... Por ser la única persona que aún no conozco"



El Diario de un Hombre Ermitaño - Primer Intermedio "Para la Mujer que amo... Por ser la única persona que aún no conozco"

En algún lugar 09/09/2014

Para la Mujer que Amo.
Por ser la única persona que aún no conozco
Esta noche te escribo desde mi refugio, aquel lugar tan grato y pacifico que me permite pensar en ti con mucha alegría, mientras la música suena tan sublime y surrealista.


Esta noche escribo esas palabras en donde trataré de describir lo que siento, pues imagino tu sonrisa tierna y tu rostro tan lozano y tan perfecto, que te llevas mi ser contigo, haciendo que me sienta como un pequeño niño que observa inocente la belleza de las flores.

He pasado tantas noches caminando, viajando y disfrutando de la vida en su más simple estado y aún así hubo veces que sentía que te extrañaba, como si de alguna manera utópica y aunque sea por un instante sentía que eras tan real.

Tengo tantas historias que compartir contigo, no sólo mis viajes o mis aventuras, sino más bien mis sueños y mis miedos, mi lado más humano y mi lado más frío y no me preocupa sentirme vulnerable, pues confío en ti como en nadie más lo haría.

Tengo tanto que escuchar de ti, tu vida, las personas importantes dentro de ella, tus victorias o tus derrotas, las veces que lloraste y los momentos en que me miraras con esos bellos ojos y me dirás “te amo”.

Seguro también discutiremos en algún momento, pero sabes, sabré como hacerte sonreír y como dar abrazos, como ser tierno y enamorarte cada día.

Te pido un poco de paciencia, pues tengo mis defectos, no son muy preocupantes y sé que entenderás.

A veces no sabré compartir mis emociones o no sabré decir si me siento mal, pero te prometo que haré mi mayor esfuerzo.

No sé si sea una persona muy romántica o creativa o si ello te guste de mí, pero tienes a alguien que siempre te escribirá cartas cuando menos lo esperes e intentará pequeños detalles siempre que te sorprendan, desde una pequeña grulla en origami o un pequeño papel de cuaderno con caras o palabras que digan “ Te amo”.

Por ahora esto es lo único que te diré, espero poder escribirte en otra ocasión y para despedirme te dejo esta frase de Julio Cortázar:

“Yo ya era así antes de que tu llegarás, caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas. Incluso antes de que tu llegarás yo ya vivía enamorado de ti y a veces, no pocas, te extrañaba como si supiera que me hacías falta”

Hasta pronto mi bella dama.



Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - Primer Intermedio "Para la Mujer que amo... Por ser la única persona que aún no conozco"



El Diario de un Hombre Ermitaño - Primer Intermedio "Para la Mujer que amo... Por ser la única persona que aún no conozco"

En algún lugar 09/09/2014

Para la Mujer que Amo.
Por ser la única persona que aún no conozco
Esta noche te escribo desde mi refugio, aquel lugar tan grato y pacifico que me permite pensar en ti con mucha alegría, mientras la música suena tan sublime y surrealista.


Esta noche escribo esas palabras en donde trataré de describir lo que siento, pues imagino tu sonrisa tierna y tu rostro tan lozano y tan perfecto, que te llevas mi ser contigo, haciendo que me sienta como un pequeño niño que observa inocente la belleza de las flores.

He pasado tantas noches caminando, viajando y disfrutando de la vida en su más simple estado y aún así hubo veces que sentía que te extrañaba, como si de alguna manera utópica y aunque sea por un instante sentía que eras tan real.

Tengo tantas historias que compartir contigo, no sólo mis viajes o mis aventuras, sino más bien mis sueños y mis miedos, mi lado más humano y mi lado más frío y no me preocupa sentirme vulnerable, pues confío en ti como en nadie más lo haría.

Tengo tanto que escuchar de ti, tu vida, las personas importantes dentro de ella, tus victorias o tus derrotas, las veces que lloraste y los momentos en que me miraras con esos bellos ojos y me dirás “te amo”.

Seguro también discutiremos en algún momento, pero sabes, sabré como hacerte sonreír y como dar abrazos, como ser tierno y enamorarte cada día.

Te pido un poco de paciencia, pues tengo mis defectos, no son muy preocupantes y sé que entenderás.

A veces no sabré compartir mis emociones o no sabré decir si me siento mal, pero te prometo que haré mi mayor esfuerzo.

No sé si sea una persona muy romántica o creativa o si ello te guste de mí, pero tienes a alguien que siempre te escribirá cartas cuando menos lo esperes e intentará pequeños detalles siempre que te sorprendan, desde una pequeña grulla en origami o un pequeño papel de cuaderno con caras o palabras que digan “ Te amo”.

Por ahora esto es lo único que te diré, espero poder escribirte en otra ocasión y para despedirme te dejo esta frase de Julio Cortázar:

“Yo ya era así antes de que tu llegarás, caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas. Incluso antes de que tu llegarás yo ya vivía enamorado de ti y a veces, no pocas, te extrañaba como si supiera que me hacías falta”

Hasta pronto mi bella dama.



Luis Pablo

"El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 3 "mi recuerdo aún lleva tu nombre"


"El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 3 "Mi recuerdo aún lleva tu nombre"

La volví a ver después de muchos años, es curioso decir “hola” a una persona a la que solías decirle “te amo” y ver por supuesto, los estragos que causa el tiempo, aunque siempre me gustó pensar que nuestra esencia no cambia, que a pesar del tiempo y el reloj que no perdona, ella sigue siendo aquella niña dulce, tierna que solía hacer sonreír y enojar al mismo tiempo.


Al verla empecé a recordar cómo nos enamoramos, siempre fue esa chica con la que solía discutir demasiado, enamorarme de ella creo que solo fue el siguiente paso de lo que ya estaba escrito.

Yo solía viajar con frecuencia y ella me extraña demasiado, pero aunque mi día era cansado o agotador, todas las noches platicaba con ella y trataba de enamorarla cada día, con historias inventadas sobre nosotros, poemas, cartas, o vídeos, o un aparecerme en su puerta con un pequeño papel arrancado de un cuaderno como letrero con un escrito que decía: “¿Aún me amas?” y una carita sonriente hecha con lapicero. 

Ella era impulsiva, pero comprendo, cuando teníamos un problema o ella se molestaba conmigo, yo la escuchaba atento, con una sonrisa tierna, eso solía exasperarla tanto que al final yo le decía. “tranquila” me acercaba le daba un abrazo y un beso, o simplemente terminaba haciéndola sonreír.

Me encantaba cargarla, que fuera pequeña a mi lado aun cuando estaba muy sonrojada y avergonzada me gustaba cargarla y ella me abrazaba con fuerza.

Solía ser muy celosa, pero no había motivos pues la amaba con todo mí ser, a veces eso ocasionaba nuestros problemas, la distancia y mis viajes, por todo eso considero que fue justo que al final ella se fuera de mi lado, la entiendo.

Aunque el tiempo pasó, solíamos escribirnos con frecuencia, aunque ya no había una relación siempre nos escribíamos en la madrugada, como si la noche y en silencio mientras todos duermen, fuera nuestro escondite, nuestro lugar de amor furtivo sin aceptar nuestros sentimientos y enmarañarla con una amistad.

Y después simplemente dejamos de hacerlo, ella siguió su vida y yo también, creo que haciendo memoria esta noche nunca dijimos “adiós”, solo dejamos que todo se perdiera. 

Ahora regreso a esta ciudad y mientras caminaba con dos amigas, la vuelvo a ver y en ese instante en que cruzamos miradas, ese fragmento, hizo florecer tantos recuerdos, pero solo pude decir “hola”.

Nada está escrito en el libro del amor de cada uno, todas nuestras historias son únicas e irrepetibles, algunas nos causan nostalgias y gratos recuerdos, otros nos causan desazón y tristeza, pero cada persona que amamos siempre nos enseña algo.

Por otro lado y espero que ustedes mis lectores estén de acuerdo conmigo, siempre habrá una persona a la que habrás amado más, aquella que cambio tu vida, con la que soñaste un futuro, ella era esa persona para mí, nadie dice que nuestras historias de amor sean justas o tengan finales felices, pero siempre tendré la certeza de ella no me olvidará pues ella me amó tanto o más como yo a ella.

Bueno sé que volveré a verla, el mundo es tan pequeño, pero ahora tengo que viajar nuevamente así que les dejo con un pequeño pensamiento mío sobre cada lugar al que voy.

Y entonces amaneció y me pregunté - ¿A qué lugar debo ir ahora?- pues comprendí que debo seguir caminando. Así que vislumbre un nuevo lugar con el que soñé y conozco cada rincón, cada esquina aunque nunca estuve en él.

Luis Pablo

"El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 3 "mi recuerdo aún lleva tu nombre"


"El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 3 "Mi recuerdo aún lleva tu nombre"

La volví a ver después de muchos años, es curioso decir “hola” a una persona a la que solías decirle “te amo” y ver por supuesto, los estragos que causa el tiempo, aunque siempre me gustó pensar que nuestra esencia no cambia, que a pesar del tiempo y el reloj que no perdona, ella sigue siendo aquella niña dulce, tierna que solía hacer sonreír y enojar al mismo tiempo.


Al verla empecé a recordar cómo nos enamoramos, siempre fue esa chica con la que solía discutir demasiado, enamorarme de ella creo que solo fue el siguiente paso de lo que ya estaba escrito.

Yo solía viajar con frecuencia y ella me extraña demasiado, pero aunque mi día era cansado o agotador, todas las noches platicaba con ella y trataba de enamorarla cada día, con historias inventadas sobre nosotros, poemas, cartas, o vídeos, o un aparecerme en su puerta con un pequeño papel arrancado de un cuaderno como letrero con un escrito que decía: “¿Aún me amas?” y una carita sonriente hecha con lapicero. 

Ella era impulsiva, pero comprendo, cuando teníamos un problema o ella se molestaba conmigo, yo la escuchaba atento, con una sonrisa tierna, eso solía exasperarla tanto que al final yo le decía. “tranquila” me acercaba le daba un abrazo y un beso, o simplemente terminaba haciéndola sonreír.

Me encantaba cargarla, que fuera pequeña a mi lado aun cuando estaba muy sonrojada y avergonzada me gustaba cargarla y ella me abrazaba con fuerza.

Solía ser muy celosa, pero no había motivos pues la amaba con todo mí ser, a veces eso ocasionaba nuestros problemas, la distancia y mis viajes, por todo eso considero que fue justo que al final ella se fuera de mi lado, la entiendo.

Aunque el tiempo pasó, solíamos escribirnos con frecuencia, aunque ya no había una relación siempre nos escribíamos en la madrugada, como si la noche y en silencio mientras todos duermen, fuera nuestro escondite, nuestro lugar de amor furtivo sin aceptar nuestros sentimientos y enmarañarla con una amistad.

Y después simplemente dejamos de hacerlo, ella siguió su vida y yo también, creo que haciendo memoria esta noche nunca dijimos “adiós”, solo dejamos que todo se perdiera. 

Ahora regreso a esta ciudad y mientras caminaba con dos amigas, la vuelvo a ver y en ese instante en que cruzamos miradas, ese fragmento, hizo florecer tantos recuerdos, pero solo pude decir “hola”.

Nada está escrito en el libro del amor de cada uno, todas nuestras historias son únicas e irrepetibles, algunas nos causan nostalgias y gratos recuerdos, otros nos causan desazón y tristeza, pero cada persona que amamos siempre nos enseña algo.

Por otro lado y espero que ustedes mis lectores estén de acuerdo conmigo, siempre habrá una persona a la que habrás amado más, aquella que cambio tu vida, con la que soñaste un futuro, ella era esa persona para mí, nadie dice que nuestras historias de amor sean justas o tengan finales felices, pero siempre tendré la certeza de ella no me olvidará pues ella me amó tanto o más como yo a ella.

Bueno sé que volveré a verla, el mundo es tan pequeño, pero ahora tengo que viajar nuevamente así que les dejo con un pequeño pensamiento mío sobre cada lugar al que voy.

Y entonces amaneció y me pregunté - ¿A qué lugar debo ir ahora?- pues comprendí que debo seguir caminando. Así que vislumbre un nuevo lugar con el que soñé y conozco cada rincón, cada esquina aunque nunca estuve en él.

Luis Pablo

"El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 3 "mi recuerdo aún lleva tu nombre"


"El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 3 "Mi recuerdo aún lleva tu nombre"

La volví a ver después de muchos años, es curioso decir “hola” a una persona a la que solías decirle “te amo” y ver por supuesto, los estragos que causa el tiempo, aunque siempre me gustó pensar que nuestra esencia no cambia, que a pesar del tiempo y el reloj que no perdona, ella sigue siendo aquella niña dulce, tierna que solía hacer sonreír y enojar al mismo tiempo.


Al verla empecé a recordar cómo nos enamoramos, siempre fue esa chica con la que solía discutir demasiado, enamorarme de ella creo que solo fue el siguiente paso de lo que ya estaba escrito.

Yo solía viajar con frecuencia y ella me extraña demasiado, pero aunque mi día era cansado o agotador, todas las noches platicaba con ella y trataba de enamorarla cada día, con historias inventadas sobre nosotros, poemas, cartas, o vídeos, o un aparecerme en su puerta con un pequeño papel arrancado de un cuaderno como letrero con un escrito que decía: “¿Aún me amas?” y una carita sonriente hecha con lapicero. 

Ella era impulsiva, pero comprendo, cuando teníamos un problema o ella se molestaba conmigo, yo la escuchaba atento, con una sonrisa tierna, eso solía exasperarla tanto que al final yo le decía. “tranquila” me acercaba le daba un abrazo y un beso, o simplemente terminaba haciéndola sonreír.

Me encantaba cargarla, que fuera pequeña a mi lado aun cuando estaba muy sonrojada y avergonzada me gustaba cargarla y ella me abrazaba con fuerza.

Solía ser muy celosa, pero no había motivos pues la amaba con todo mí ser, a veces eso ocasionaba nuestros problemas, la distancia y mis viajes, por todo eso considero que fue justo que al final ella se fuera de mi lado, la entiendo.

Aunque el tiempo pasó, solíamos escribirnos con frecuencia, aunque ya no había una relación siempre nos escribíamos en la madrugada, como si la noche y en silencio mientras todos duermen, fuera nuestro escondite, nuestro lugar de amor furtivo sin aceptar nuestros sentimientos y enmarañarla con una amistad.

Y después simplemente dejamos de hacerlo, ella siguió su vida y yo también, creo que haciendo memoria esta noche nunca dijimos “adiós”, solo dejamos que todo se perdiera. 

Ahora regreso a esta ciudad y mientras caminaba con dos amigas, la vuelvo a ver y en ese instante en que cruzamos miradas, ese fragmento, hizo florecer tantos recuerdos, pero solo pude decir “hola”.

Nada está escrito en el libro del amor de cada uno, todas nuestras historias son únicas e irrepetibles, algunas nos causan nostalgias y gratos recuerdos, otros nos causan desazón y tristeza, pero cada persona que amamos siempre nos enseña algo.

Por otro lado y espero que ustedes mis lectores estén de acuerdo conmigo, siempre habrá una persona a la que habrás amado más, aquella que cambio tu vida, con la que soñaste un futuro, ella era esa persona para mí, nadie dice que nuestras historias de amor sean justas o tengan finales felices, pero siempre tendré la certeza de ella no me olvidará pues ella me amó tanto o más como yo a ella.

Bueno sé que volveré a verla, el mundo es tan pequeño, pero ahora tengo que viajar nuevamente así que les dejo con un pequeño pensamiento mío sobre cada lugar al que voy.

Y entonces amaneció y me pregunté - ¿A qué lugar debo ir ahora?- pues comprendí que debo seguir caminando. Así que vislumbre un nuevo lugar con el que soñé y conozco cada rincón, cada esquina aunque nunca estuve en él.

Luis Pablo

"El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 3 "mi recuerdo aún lleva tu nombre"


"El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 3 "Mi recuerdo aún lleva tu nombre"

La volví a ver después de muchos años, es curioso decir “hola” a una persona a la que solías decirle “te amo” y ver por supuesto, los estragos que causa el tiempo, aunque siempre me gustó pensar que nuestra esencia no cambia, que a pesar del tiempo y el reloj que no perdona, ella sigue siendo aquella niña dulce, tierna que solía hacer sonreír y enojar al mismo tiempo.


Al verla empecé a recordar cómo nos enamoramos, siempre fue esa chica con la que solía discutir demasiado, enamorarme de ella creo que solo fue el siguiente paso de lo que ya estaba escrito.

Yo solía viajar con frecuencia y ella me extraña demasiado, pero aunque mi día era cansado o agotador, todas las noches platicaba con ella y trataba de enamorarla cada día, con historias inventadas sobre nosotros, poemas, cartas, o vídeos, o un aparecerme en su puerta con un pequeño papel arrancado de un cuaderno como letrero con un escrito que decía: “¿Aún me amas?” y una carita sonriente hecha con lapicero. 

Ella era impulsiva, pero comprendo, cuando teníamos un problema o ella se molestaba conmigo, yo la escuchaba atento, con una sonrisa tierna, eso solía exasperarla tanto que al final yo le decía. “tranquila” me acercaba le daba un abrazo y un beso, o simplemente terminaba haciéndola sonreír.

Me encantaba cargarla, que fuera pequeña a mi lado aun cuando estaba muy sonrojada y avergonzada me gustaba cargarla y ella me abrazaba con fuerza.

Solía ser muy celosa, pero no había motivos pues la amaba con todo mí ser, a veces eso ocasionaba nuestros problemas, la distancia y mis viajes, por todo eso considero que fue justo que al final ella se fuera de mi lado, la entiendo.

Aunque el tiempo pasó, solíamos escribirnos con frecuencia, aunque ya no había una relación siempre nos escribíamos en la madrugada, como si la noche y en silencio mientras todos duermen, fuera nuestro escondite, nuestro lugar de amor furtivo sin aceptar nuestros sentimientos y enmarañarla con una amistad.

Y después simplemente dejamos de hacerlo, ella siguió su vida y yo también, creo que haciendo memoria esta noche nunca dijimos “adiós”, solo dejamos que todo se perdiera. 

Ahora regreso a esta ciudad y mientras caminaba con dos amigas, la vuelvo a ver y en ese instante en que cruzamos miradas, ese fragmento, hizo florecer tantos recuerdos, pero solo pude decir “hola”.

Nada está escrito en el libro del amor de cada uno, todas nuestras historias son únicas e irrepetibles, algunas nos causan nostalgias y gratos recuerdos, otros nos causan desazón y tristeza, pero cada persona que amamos siempre nos enseña algo.

Por otro lado y espero que ustedes mis lectores estén de acuerdo conmigo, siempre habrá una persona a la que habrás amado más, aquella que cambio tu vida, con la que soñaste un futuro, ella era esa persona para mí, nadie dice que nuestras historias de amor sean justas o tengan finales felices, pero siempre tendré la certeza de ella no me olvidará pues ella me amó tanto o más como yo a ella.

Bueno sé que volveré a verla, el mundo es tan pequeño, pero ahora tengo que viajar nuevamente así que les dejo con un pequeño pensamiento mío sobre cada lugar al que voy.

Y entonces amaneció y me pregunté - ¿A qué lugar debo ir ahora?- pues comprendí que debo seguir caminando. Así que vislumbre un nuevo lugar con el que soñé y conozco cada rincón, cada esquina aunque nunca estuve en él.

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - episodio I "Comienzo"


El Diario de un Hombre Ermitaño - episodio I "Comienzo"

Mientras caminada por esta ciudad tan fría, escuchando música y olvidándome de todo lo que acontece a mí alrededor, divisé un banco vació en pleno centro de la ciudad. Era de noche, con un cielo tan cubierto con una neblina que no perdonaba y nos castigaba enardecidamente sin poder apreciar la luna o las estrellas.

Decidí sentarme, prender un cigarrillo y dejarme llevar por el arte de observar y ver como de un momento a otro los demás cobraban vida dentro de mi espacio, mientras la música de fondo formaba parte del creativo evento que hilvanaba en mi cabeza.

Siempre usaba este artificio cuando me quedaba sin ideas para escribir y hasta el día de hoy me sigue funcionando, la vida cotidiana, las personas extrañas al azar son parte de mi inspiración, ya que el mundo entero y todo dentro de él son las mejores ideas que un escritor huraño como yo tiene.

Pero suele suceder que en ciertas ocasiones, mis recuerdos son impulsivos, siempre invaden mi mente cuando menos lo espero, pero comprendo siempre les he dado libre albedrío.

Así que recordé una conversación con una mujer de mi pasado, una persona a la que había amado intensamente, pero que ahora formaba parte de la gran fábula utópica que son mis recuerdos.

Ella me hizo una pregunta ese día, algo que siempre tengo presente pues fue la primera vez que me la hicieron, me miró con ternura a los ojos y me dijo – y tú ¿Cómo esperas que sea la mujer que amas?, me atonte y me quede sin palabras, le dije – dame un momento, pues quiero ser muy sincero- como siempre fui muy pésimo para decir las cosas, imagine que estaba escribiendo y al mismo ritmo en que suelo escribir, empecé a decir:

“La mujer que amo, es siempre ella misma, pues no solo es mi pareja, es también es mi mejor amiga, es aquella mujer que conoce todo de mí y que al ser una mujer completa no pierde ese toque de picardía de su niña interior, con la que puedo caminar todos los días y compartir bromas, travesuras mezclada con esa elegancia que solo ella sabe darle.

La mujer que amo, es la persona en quien más confío, es la que me eleva en fantasías tan solo con verla sonreír, no porque disfrace con grandes palabras la forma en que lo hace, sino porque me mira con tanto amor y ternura que hace que sienta desnudo ante ella.

La mujer que amo es mi complemento, sé que habrá momentos en que se presentarán problemas y tendremos diferentes puntos de vista, pero siempre habrá una forma de solucionar las cosas.

La mujer que amo, sabe que tengo que enamorarla cada vez que inicia el día, pues no dejaría que las cosas llegarán a la costumbre y ella también haría lo mismo por mí, pues ambos consideramos que una relación es una batalla románica entre todo lo negativo contra lo nuestro.

La mujer que amo, sabe que a veces tengo días malos y no soy bueno para aceptarlo, tan solo se acercará y me abrazará pues es lo único que necesito en ese momento.

La mujer que amo, es la única con quien pasaría toda la tarde abrazándola en un día friolento y aunque no lo sea, a la que cocinaría y pasaría viendo películas en pijamas porque siempre preferimos la comodidad antes que cualquier otra cosa.

Y Por último, la mujer que amo, es aquella a la que estoy viendo ahora delante de mí, con esos ojos enormes que se llegan de lágrimas y esa sonrisa tan tierna que adoro y no tiene ninguna palabra para responder a las mías. – Así que me acerque lentamente, puse mis labios sobre los de ella y nos dejamos llevar por ese momento tan corto e inquebrantable, tan perfecto y eterno…

Pero ahora, tantos años después, sentado en esta banca, en una ciudad tan friolenta, con un cigarrillo y música de fondo, mientras sonrío recordando ese fragmento de mi vida que ahora se lo lleva el viento.

Di por terminada mi sesión y mi andar diario, tan solo cambie de canción y me empecé a regresar a casa…

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - episodio I "Comienzo"


El Diario de un Hombre Ermitaño - episodio I "Comienzo"

Mientras caminada por esta ciudad tan fría, escuchando música y olvidándome de todo lo que acontece a mí alrededor, divisé un banco vació en pleno centro de la ciudad. Era de noche, con un cielo tan cubierto con una neblina que no perdonaba y nos castigaba enardecidamente sin poder apreciar la luna o las estrellas.

Decidí sentarme, prender un cigarrillo y dejarme llevar por el arte de observar y ver como de un momento a otro los demás cobraban vida dentro de mi espacio, mientras la música de fondo formaba parte del creativo evento que hilvanaba en mi cabeza.

Siempre usaba este artificio cuando me quedaba sin ideas para escribir y hasta el día de hoy me sigue funcionando, la vida cotidiana, las personas extrañas al azar son parte de mi inspiración, ya que el mundo entero y todo dentro de él son las mejores ideas que un escritor huraño como yo tiene.

Pero suele suceder que en ciertas ocasiones, mis recuerdos son impulsivos, siempre invaden mi mente cuando menos lo espero, pero comprendo siempre les he dado libre albedrío.

Así que recordé una conversación con una mujer de mi pasado, una persona a la que había amado intensamente, pero que ahora formaba parte de la gran fábula utópica que son mis recuerdos.

Ella me hizo una pregunta ese día, algo que siempre tengo presente pues fue la primera vez que me la hicieron, me miró con ternura a los ojos y me dijo – y tú ¿Cómo esperas que sea la mujer que amas?, me atonte y me quede sin palabras, le dije – dame un momento, pues quiero ser muy sincero- como siempre fui muy pésimo para decir las cosas, imagine que estaba escribiendo y al mismo ritmo en que suelo escribir, empecé a decir:

“La mujer que amo, es siempre ella misma, pues no solo es mi pareja, es también es mi mejor amiga, es aquella mujer que conoce todo de mí y que al ser una mujer completa no pierde ese toque de picardía de su niña interior, con la que puedo caminar todos los días y compartir bromas, travesuras mezclada con esa elegancia que solo ella sabe darle.

La mujer que amo, es la persona en quien más confío, es la que me eleva en fantasías tan solo con verla sonreír, no porque disfrace con grandes palabras la forma en que lo hace, sino porque me mira con tanto amor y ternura que hace que sienta desnudo ante ella.

La mujer que amo es mi complemento, sé que habrá momentos en que se presentarán problemas y tendremos diferentes puntos de vista, pero siempre habrá una forma de solucionar las cosas.

La mujer que amo, sabe que tengo que enamorarla cada vez que inicia el día, pues no dejaría que las cosas llegarán a la costumbre y ella también haría lo mismo por mí, pues ambos consideramos que una relación es una batalla románica entre todo lo negativo contra lo nuestro.

La mujer que amo, sabe que a veces tengo días malos y no soy bueno para aceptarlo, tan solo se acercará y me abrazará pues es lo único que necesito en ese momento.

La mujer que amo, es la única con quien pasaría toda la tarde abrazándola en un día friolento y aunque no lo sea, a la que cocinaría y pasaría viendo películas en pijamas porque siempre preferimos la comodidad antes que cualquier otra cosa.

Y Por último, la mujer que amo, es aquella a la que estoy viendo ahora delante de mí, con esos ojos enormes que se llegan de lágrimas y esa sonrisa tan tierna que adoro y no tiene ninguna palabra para responder a las mías. – Así que me acerque lentamente, puse mis labios sobre los de ella y nos dejamos llevar por ese momento tan corto e inquebrantable, tan perfecto y eterno…

Pero ahora, tantos años después, sentado en esta banca, en una ciudad tan friolenta, con un cigarrillo y música de fondo, mientras sonrío recordando ese fragmento de mi vida que ahora se lo lleva el viento.

Di por terminada mi sesión y mi andar diario, tan solo cambie de canción y me empecé a regresar a casa…

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - episodio I "Comienzo"


El Diario de un Hombre Ermitaño - episodio I "Comienzo"

Mientras caminada por esta ciudad tan fría, escuchando música y olvidándome de todo lo que acontece a mí alrededor, divisé un banco vació en pleno centro de la ciudad. Era de noche, con un cielo tan cubierto con una neblina que no perdonaba y nos castigaba enardecidamente sin poder apreciar la luna o las estrellas.

Decidí sentarme, prender un cigarrillo y dejarme llevar por el arte de observar y ver como de un momento a otro los demás cobraban vida dentro de mi espacio, mientras la música de fondo formaba parte del creativo evento que hilvanaba en mi cabeza.

Siempre usaba este artificio cuando me quedaba sin ideas para escribir y hasta el día de hoy me sigue funcionando, la vida cotidiana, las personas extrañas al azar son parte de mi inspiración, ya que el mundo entero y todo dentro de él son las mejores ideas que un escritor huraño como yo tiene.

Pero suele suceder que en ciertas ocasiones, mis recuerdos son impulsivos, siempre invaden mi mente cuando menos lo espero, pero comprendo siempre les he dado libre albedrío.

Así que recordé una conversación con una mujer de mi pasado, una persona a la que había amado intensamente, pero que ahora formaba parte de la gran fábula utópica que son mis recuerdos.

Ella me hizo una pregunta ese día, algo que siempre tengo presente pues fue la primera vez que me la hicieron, me miró con ternura a los ojos y me dijo – y tú ¿Cómo esperas que sea la mujer que amas?, me atonte y me quede sin palabras, le dije – dame un momento, pues quiero ser muy sincero- como siempre fui muy pésimo para decir las cosas, imagine que estaba escribiendo y al mismo ritmo en que suelo escribir, empecé a decir:

“La mujer que amo, es siempre ella misma, pues no solo es mi pareja, es también es mi mejor amiga, es aquella mujer que conoce todo de mí y que al ser una mujer completa no pierde ese toque de picardía de su niña interior, con la que puedo caminar todos los días y compartir bromas, travesuras mezclada con esa elegancia que solo ella sabe darle.

La mujer que amo, es la persona en quien más confío, es la que me eleva en fantasías tan solo con verla sonreír, no porque disfrace con grandes palabras la forma en que lo hace, sino porque me mira con tanto amor y ternura que hace que sienta desnudo ante ella.

La mujer que amo es mi complemento, sé que habrá momentos en que se presentarán problemas y tendremos diferentes puntos de vista, pero siempre habrá una forma de solucionar las cosas.

La mujer que amo, sabe que tengo que enamorarla cada vez que inicia el día, pues no dejaría que las cosas llegarán a la costumbre y ella también haría lo mismo por mí, pues ambos consideramos que una relación es una batalla románica entre todo lo negativo contra lo nuestro.

La mujer que amo, sabe que a veces tengo días malos y no soy bueno para aceptarlo, tan solo se acercará y me abrazará pues es lo único que necesito en ese momento.

La mujer que amo, es la única con quien pasaría toda la tarde abrazándola en un día friolento y aunque no lo sea, a la que cocinaría y pasaría viendo películas en pijamas porque siempre preferimos la comodidad antes que cualquier otra cosa.

Y Por último, la mujer que amo, es aquella a la que estoy viendo ahora delante de mí, con esos ojos enormes que se llegan de lágrimas y esa sonrisa tan tierna que adoro y no tiene ninguna palabra para responder a las mías. – Así que me acerque lentamente, puse mis labios sobre los de ella y nos dejamos llevar por ese momento tan corto e inquebrantable, tan perfecto y eterno…

Pero ahora, tantos años después, sentado en esta banca, en una ciudad tan friolenta, con un cigarrillo y música de fondo, mientras sonrío recordando ese fragmento de mi vida que ahora se lo lleva el viento.

Di por terminada mi sesión y mi andar diario, tan solo cambie de canción y me empecé a regresar a casa…

Luis Pablo

El Diario de un Hombre Ermitaño - episodio I "Comienzo"


El Diario de un Hombre Ermitaño - episodio I "Comienzo"

Mientras caminada por esta ciudad tan fría, escuchando música y olvidándome de todo lo que acontece a mí alrededor, divisé un banco vació en pleno centro de la ciudad. Era de noche, con un cielo tan cubierto con una neblina que no perdonaba y nos castigaba enardecidamente sin poder apreciar la luna o las estrellas.

Decidí sentarme, prender un cigarrillo y dejarme llevar por el arte de observar y ver como de un momento a otro los demás cobraban vida dentro de mi espacio, mientras la música de fondo formaba parte del creativo evento que hilvanaba en mi cabeza.

Siempre usaba este artificio cuando me quedaba sin ideas para escribir y hasta el día de hoy me sigue funcionando, la vida cotidiana, las personas extrañas al azar son parte de mi inspiración, ya que el mundo entero y todo dentro de él son las mejores ideas que un escritor huraño como yo tiene.

Pero suele suceder que en ciertas ocasiones, mis recuerdos son impulsivos, siempre invaden mi mente cuando menos lo espero, pero comprendo siempre les he dado libre albedrío.

Así que recordé una conversación con una mujer de mi pasado, una persona a la que había amado intensamente, pero que ahora formaba parte de la gran fábula utópica que son mis recuerdos.

Ella me hizo una pregunta ese día, algo que siempre tengo presente pues fue la primera vez que me la hicieron, me miró con ternura a los ojos y me dijo – y tú ¿Cómo esperas que sea la mujer que amas?, me atonte y me quede sin palabras, le dije – dame un momento, pues quiero ser muy sincero- como siempre fui muy pésimo para decir las cosas, imagine que estaba escribiendo y al mismo ritmo en que suelo escribir, empecé a decir:

“La mujer que amo, es siempre ella misma, pues no solo es mi pareja, es también es mi mejor amiga, es aquella mujer que conoce todo de mí y que al ser una mujer completa no pierde ese toque de picardía de su niña interior, con la que puedo caminar todos los días y compartir bromas, travesuras mezclada con esa elegancia que solo ella sabe darle.

La mujer que amo, es la persona en quien más confío, es la que me eleva en fantasías tan solo con verla sonreír, no porque disfrace con grandes palabras la forma en que lo hace, sino porque me mira con tanto amor y ternura que hace que sienta desnudo ante ella.

La mujer que amo es mi complemento, sé que habrá momentos en que se presentarán problemas y tendremos diferentes puntos de vista, pero siempre habrá una forma de solucionar las cosas.

La mujer que amo, sabe que tengo que enamorarla cada vez que inicia el día, pues no dejaría que las cosas llegarán a la costumbre y ella también haría lo mismo por mí, pues ambos consideramos que una relación es una batalla románica entre todo lo negativo contra lo nuestro.

La mujer que amo, sabe que a veces tengo días malos y no soy bueno para aceptarlo, tan solo se acercará y me abrazará pues es lo único que necesito en ese momento.

La mujer que amo, es la única con quien pasaría toda la tarde abrazándola en un día friolento y aunque no lo sea, a la que cocinaría y pasaría viendo películas en pijamas porque siempre preferimos la comodidad antes que cualquier otra cosa.

Y Por último, la mujer que amo, es aquella a la que estoy viendo ahora delante de mí, con esos ojos enormes que se llegan de lágrimas y esa sonrisa tan tierna que adoro y no tiene ninguna palabra para responder a las mías. – Así que me acerque lentamente, puse mis labios sobre los de ella y nos dejamos llevar por ese momento tan corto e inquebrantable, tan perfecto y eterno…

Pero ahora, tantos años después, sentado en esta banca, en una ciudad tan friolenta, con un cigarrillo y música de fondo, mientras sonrío recordando ese fragmento de mi vida que ahora se lo lleva el viento.

Di por terminada mi sesión y mi andar diario, tan solo cambie de canción y me empecé a regresar a casa…

Luis Pablo

Comencé a Escribir..




Comencé a Escribir..

Comencé a escribir el día en que no pude decir ni una palabra, pues aunque era un adolescente
Me había enamorado… y no hubo sonido alguno que emitiera, pues entre su belleza tan adversa a mi sueño se llevó mi esencia.

Comencé a escribir el día en que note que mis palabras no bastaban, utilice mis versos para crear una utopía basada en mis reglas, en donde mi propia historia podría ser lo que siempre había deseado.

Comencé a escribir cuando estuve en desconcierto con muchos azares de mi vida, con aquellos momentos que marcaron desazones, pues son los que más me enseñaron.

Comencé a escribir cuando conocí los libros de Neruda y Márquez, pues fue como volver a nacer dentro de un mundo distinto, Aquel en que mis palabras serían expuestas sin importarme si eran aceptadas o no, pues la magia de todas mis historias recae en los recuerdos gratos de mi corazón.

Comencé a escribir por la misma razón que siempre lo hago, porque amo lo que escribo, aun siendo recuerdos tristes o agradables, o simplemente haciendo remembranza a lo que aún no sucede.

Luis Pablo

Comencé a Escribir..




Comencé a Escribir..

Comencé a escribir el día en que no pude decir ni una palabra, pues aunque era un adolescente
Me había enamorado… y no hubo sonido alguno que emitiera, pues entre su belleza tan adversa a mi sueño se llevó mi esencia.

Comencé a escribir el día en que note que mis palabras no bastaban, utilice mis versos para crear una utopía basada en mis reglas, en donde mi propia historia podría ser lo que siempre había deseado.

Comencé a escribir cuando estuve en desconcierto con muchos azares de mi vida, con aquellos momentos que marcaron desazones, pues son los que más me enseñaron.

Comencé a escribir cuando conocí los libros de Neruda y Márquez, pues fue como volver a nacer dentro de un mundo distinto, Aquel en que mis palabras serían expuestas sin importarme si eran aceptadas o no, pues la magia de todas mis historias recae en los recuerdos gratos de mi corazón.

Comencé a escribir por la misma razón que siempre lo hago, porque amo lo que escribo, aun siendo recuerdos tristes o agradables, o simplemente haciendo remembranza a lo que aún no sucede.

Luis Pablo