El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Cuarto "El hombre que vivía en un Sueño..."
Son aquellas mis memorias perdidas, aquellas donde todo
se desvanece…
Donde mis malos recuerdos suelen desaparecer en el más
grande olvido…
Es donde comienza florecer aquel tiempo que no existe,
Y donde me quedo atrapado en lo más bello de mi
existencia,
En donde sonreír se desfragmenta en cada pequeña parte,
Y la realidad es tan solo un sueño, del que tal vez no
despierte.
Suelo soñar con frecuencia, en un lugar donde no existe
el dolor,
No existen las penas ni los malos recuerdos…
Un lugar en donde todo florece, incluso desde las
lágrimas,
Un lugar que solo puede ser descrito cuando ya lo hemos
visto todo.
Este es mi lugar de ensueño, mi encierro fortuito, mi
universo personal…
Aquel que alberga mi estado espiritual y la paz que
conlleva,
Y es aquel al que iré cuando mi vida transitoria termine.
¿Es que acaso debo despertar?...
“Dentro del
equilibrio dado en nuestra existencia, todo ser se representa por ambos lados,
lo bueno y lo malo, el pasado y el futuro… Y cualquiera que sea el ejemplo, no
existiría lo uno sin lo otro y aunque me equivoque elijo creer que al igual que
yo, muchos sueñan despiertos”.
Luis Pablo
