sábado, 14 de febrero de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Tercero "El Hálito de tu Esencia"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Tercero  "El Hálito de tu Esencia"

Hay momentos en que todo se disipa por el aire del entorno y es cuando pierdo ese hálito de tu aroma, de tu recuerdo, de tus besos profesados en aquellas noches perdidas mis recuerdos.

Hay momentos como hoy, en el que tranquilamente me dejo llevar por lo sublime de la música, del cigarro encendido y de las enormes cantidades de papel regadas por el suelo. 

Y esto ocurre mientras yo escribo y profeso sentimientos, sentimientos arraigados dentro de lo más profundo de mí ser, sentimientos que invaden las paredes, transformándolas en cuadros abstractos, en cuadros de interminables formas que se tornan en escritos, en palabras profundas y en sueños corroídos por tu presencia. 

Esa es la manera en como escribo con pasión, pues escribo a cada nota musical, a cada pequeño sonido del piano y contemplo como cada palabra se torna en un verso, se torna en una sonrisa difuminada y se desvanece muy pronto, alejándose de lo real y tangible. 

Escribo ahora porque sé que no lo haré después, escribo ahora pues es mi estado de trance el que me lo permite, me permite recordarte en palabras y en diversas formas, en dibujos creados por mi imaginación, pues llego a comprender que ese es mi arte y mi esencia. 

Y ahora la música se apaga y mis letras terminan, se terminan en un silencio fortuito, un silencio agazapado en la constante ausencia del sonido, en la ausencia de tu recuerdo… 

Y es tan solo en ese momento, en ese instante fragmentado en que suelo aceptar que “Te Extraño”.

Luis Pablo


El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Tercero "El Hálito de tu Esencia"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Tercero  "El Hálito de tu Esencia"

Hay momentos en que todo se disipa por el aire del entorno y es cuando pierdo ese hálito de tu aroma, de tu recuerdo, de tus besos profesados en aquellas noches perdidas mis recuerdos.

Hay momentos como hoy, en el que tranquilamente me dejo llevar por lo sublime de la música, del cigarro encendido y de las enormes cantidades de papel regadas por el suelo. 

Y esto ocurre mientras yo escribo y profeso sentimientos, sentimientos arraigados dentro de lo más profundo de mí ser, sentimientos que invaden las paredes, transformándolas en cuadros abstractos, en cuadros de interminables formas que se tornan en escritos, en palabras profundas y en sueños corroídos por tu presencia. 

Esa es la manera en como escribo con pasión, pues escribo a cada nota musical, a cada pequeño sonido del piano y contemplo como cada palabra se torna en un verso, se torna en una sonrisa difuminada y se desvanece muy pronto, alejándose de lo real y tangible. 

Escribo ahora porque sé que no lo haré después, escribo ahora pues es mi estado de trance el que me lo permite, me permite recordarte en palabras y en diversas formas, en dibujos creados por mi imaginación, pues llego a comprender que ese es mi arte y mi esencia. 

Y ahora la música se apaga y mis letras terminan, se terminan en un silencio fortuito, un silencio agazapado en la constante ausencia del sonido, en la ausencia de tu recuerdo… 

Y es tan solo en ese momento, en ese instante fragmentado en que suelo aceptar que “Te Extraño”.

Luis Pablo