lunes, 26 de enero de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 12 "Y debo recordar porque sonrió siempre"



El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 12  "Y debo recordar porque sonrió siempre"

Aunque me costó muchos años entender ciertas cosas, comprendí que no existen espacios vacíos, que la depresión es solo causada por nuestra distracción y por qué solemos olvidar que la vida es hermosa, tan solo debemos observarla con mucha atención.

Solemos creer que estamos solos cuando no es cierto, siempre hay una persona que nos apoya, que nos pregunta sobre nuestro día o que simplemente piensa en nosotros, lo digo por la familia, los amigos, las personas que te aman y sobre todo el amor propio.

Siempre es bueno recordar que las personas tienen muchas formas de decir “te quiero”, decir “te quiero” es que te pregunten como estas, que te escriban diciendo que piensan en ti, que te pregunten como te fue el día de hoy, que llegues a tu casa y encuentres un plato con comida caliente, que vayas a un lugar te reciban con una sonrisa o un gran abrazo, hay mil manera de decir te quiero, nunca debemos olvidar eso.

Escribo todo esto, porque no debemos olvidar que debemos ser felices, hay muchos razones para serlo y no debemos ahogarnos en esos episodios de ausencia que llamamos depresión, debemos recordar que existe belleza y amor en el más minúsculo detalle, desde lo más simple a lo más complejo, desde el ver la lluvia caer, el rocio al amanecer, el ver a tu familia cuando puedas, estar con tus amigos, la naturaleza, los animales y tantas cosas hermosas que existen aún.

Es por eso que comparto porque suelo sonreír mis queridos lectores:

Suelo sonreír al despertar porque es nuevo comienzo para todo, es tener la oportunidad cada día de construir algo nuevo.

Suelo sonreír, porque cada día puedo despertar y ver a mi familia, con mucha historia y tantos pleitos y que con el tiempo, aprendimos a querernos.

Suelo sonreír al tomar una tasa con café, adoro el café, el aroma, la esencia, para mí es como un culto al comenzar mi día, o cuando quiero escribir algo.

Suelo sonreír todas las mañanas, cuando salgo a caminar o a correr, mientras escucho música y me olvido de todo lo que me rodea, pues es un momento privado y único.

Suelo sonreír porque me encante el pequeño lugar donde vivo, pues las personas siempre saludan y son cordiales, suelen sonreír y brindar confianza, porque es un lugar donde los árboles abundan y la naturaleza se lleva en la sangre, pero sobre todo porque es un lugar donde puede el sol es tan abrumador y al mismo tiempo estar lloviendo.

Suelo sonreír, al ver a mi sobrino jugar todos los días, con una inocencia y felicidad que solo se puede observar en un niño que esta descubriendo el mundo.

Suelo sonreír porque mis recuerdos siempre me abordan y traen a mi memoria las veces que estuve enamorado, suelen recordarme a la mujer que amé hace un tiempo atrás y sus recuerdos suelen sacarme sonrisas, no digo que no deseo enamorarme de nuevo, pues si lo deseo, deseo enamorarme de nuevo y compartir mi vida con una mujer que comprenda a este escritor huraño.

Suelo sonreír porque a pesar de los problemas, obstáculos y tantas adversidades, siempre podremos encontrar solución, pero bueno es mi manera de ver la vida.

Y es entonces cuando me pregunto mis queridos lectores, ¿porque suelen sonreír ustedes?, como quisiera que puedan compartir conmigo, pues de esa manera en este instante todos comprenderíamos cuando importante es ser feliz.

No lo olviden sonrían la vida es hermosa.

Luis Pablo


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 12 "Y debo recordar porque sonrió siempre"



El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 12  "Y debo recordar porque sonrió siempre"

Aunque me costó muchos años entender ciertas cosas, comprendí que no existen espacios vacíos, que la depresión es solo causada por nuestra distracción y por qué solemos olvidar que la vida es hermosa, tan solo debemos observarla con mucha atención.

Solemos creer que estamos solos cuando no es cierto, siempre hay una persona que nos apoya, que nos pregunta sobre nuestro día o que simplemente piensa en nosotros, lo digo por la familia, los amigos, las personas que te aman y sobre todo el amor propio.

Siempre es bueno recordar que las personas tienen muchas formas de decir “te quiero”, decir “te quiero” es que te pregunten como estas, que te escriban diciendo que piensan en ti, que te pregunten como te fue el día de hoy, que llegues a tu casa y encuentres un plato con comida caliente, que vayas a un lugar te reciban con una sonrisa o un gran abrazo, hay mil manera de decir te quiero, nunca debemos olvidar eso.

Escribo todo esto, porque no debemos olvidar que debemos ser felices, hay muchos razones para serlo y no debemos ahogarnos en esos episodios de ausencia que llamamos depresión, debemos recordar que existe belleza y amor en el más minúsculo detalle, desde lo más simple a lo más complejo, desde el ver la lluvia caer, el rocio al amanecer, el ver a tu familia cuando puedas, estar con tus amigos, la naturaleza, los animales y tantas cosas hermosas que existen aún.

Es por eso que comparto porque suelo sonreír mis queridos lectores:

Suelo sonreír al despertar porque es nuevo comienzo para todo, es tener la oportunidad cada día de construir algo nuevo.

Suelo sonreír, porque cada día puedo despertar y ver a mi familia, con mucha historia y tantos pleitos y que con el tiempo, aprendimos a querernos.

Suelo sonreír al tomar una tasa con café, adoro el café, el aroma, la esencia, para mí es como un culto al comenzar mi día, o cuando quiero escribir algo.

Suelo sonreír todas las mañanas, cuando salgo a caminar o a correr, mientras escucho música y me olvido de todo lo que me rodea, pues es un momento privado y único.

Suelo sonreír porque me encante el pequeño lugar donde vivo, pues las personas siempre saludan y son cordiales, suelen sonreír y brindar confianza, porque es un lugar donde los árboles abundan y la naturaleza se lleva en la sangre, pero sobre todo porque es un lugar donde puede el sol es tan abrumador y al mismo tiempo estar lloviendo.

Suelo sonreír, al ver a mi sobrino jugar todos los días, con una inocencia y felicidad que solo se puede observar en un niño que esta descubriendo el mundo.

Suelo sonreír porque mis recuerdos siempre me abordan y traen a mi memoria las veces que estuve enamorado, suelen recordarme a la mujer que amé hace un tiempo atrás y sus recuerdos suelen sacarme sonrisas, no digo que no deseo enamorarme de nuevo, pues si lo deseo, deseo enamorarme de nuevo y compartir mi vida con una mujer que comprenda a este escritor huraño.

Suelo sonreír porque a pesar de los problemas, obstáculos y tantas adversidades, siempre podremos encontrar solución, pero bueno es mi manera de ver la vida.

Y es entonces cuando me pregunto mis queridos lectores, ¿porque suelen sonreír ustedes?, como quisiera que puedan compartir conmigo, pues de esa manera en este instante todos comprenderíamos cuando importante es ser feliz.

No lo olviden sonrían la vida es hermosa.

Luis Pablo