martes, 27 de enero de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 13 "Mi propio Camino"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 13 "Mi propio Camino"

Cuando era niño, nunca trataba de imaginar cómo serían las cosas cuando pasaran los años y eso que mi infancia fue como la de todo niño nacido en los 90, la libertad de jugar en las calles, correr, pasar el tiempo al aire libre, paseos al campo, juegos con los amigos del barrio y tantas cosas que el día de hoy ya no suelo ver en ningún lado, parece que se a perdido poco a poco la infancia de antaño, pero bueno, ese es ya otro tema.

Escribo sobre esto porque imagino que al igual que yo, muchos no imaginaron que estarían haciendo en sus vidas en estos momentos y aunque el resultado a veces no sea del todo agradable, todo en nuestras vidas es consecuencia de nuestras decisiones, lo digo yo que pase por muchas etapas en mi vida, toda mi infancia viví influenciada con la idea de ser ingeniero, más por aprobación paterna que por gusto propio, pero eso no quiere decir que no me ayudo a ser quien ahora soy el día de hoy, mi padre me ayudo a desarrollar mi lado racional, desde los 5 años me enseño sobre las computadoras y tecnologías, la pasión por los libros, el análisis y el amor por el conocimiento puro, ese es mi padre el gran erudito, que me enseño todo lo que se y aunque a veces parecería que fue duro conmigo, no fue así, solo quería que siempre diera lo mejor de mí.

Gracias a el descubrí mi pasión por el conocimiento y el estudio en sí, pase mi adolescencia leyendo a Neruda, Gabriel García Márquez, Erich Fromm, Oscar Wilde, tantos temas y tantos autores, desde literatura hasta psicología, desde antropología hasta administración y coaching, tantos libros que permitieron aprenden sobre la vida en sí.

También obtuve el gusto por el cine, la música clásica, el Jazz, cosas que describí con los años, pues entendí que aún recién con mis pocos años de vida soy un alma vieja a mucha honra y me encanta serlo.

Pero lo racional nunca fue suficiente, cuando me encontraba perdido y no tenía un orden en mi vida, llegué a la conclusión de que había perdido lo más importante, el amor propio, había perdido mi camino y mi esencia y es en ese momento en que me convertí en un viajero errante para descubrir y reencontrarme a mí mismo.

Salí de mi hogar y viaje por tantos lugares y conocí a tantas personas de las cuales estoy muy agradecido por cada enseñanza que me dejaron, ahí descubrí el arte de escribir y expresar mis pensamientos en cada escrito mío, descubrí el amor por la naturaleza y la paz, la belleza del mundo y la armonía en que debemos vivir, entendí que aunque la sociedad suele forzarnos a pensar mecánicamente, no debemos olvidar lo que realmente importa, nuestra propia felicidad, desde recostarme en la playa para ver el amanecer, recorrer tantos lugares hermosos y amar la vida en sí.

Descubrí mi pasión por él estudió de las plantas y el desarrollo de mi lado espiritual, descubrí que nuestra vida y felicidad está más ligada a nuestras almas que a lo material y sobre todo que hay muchas cosas que dejamos pasar por estar distraídos, ¡oh vaya! Y como me falta seguir aprendiendo.

Hay muchas historias y cosas que aún no comento sobre mi vida, pero ahora en mis 26 años tengo más claro el camino que debo seguir, me encanta enseñar en la universidad, me encanta compartir mis experiencia y ayudar en lo que pueda a las personas, tengo muchos defectos, es cierto pero cada día aprendo a mejorar como persona, adoro ser un nerd que sabe de muchas cosas, adoro ser un escritor ermitaño, adoro ser tan racional y espiritual al mismo tiempo, adoro cada experiencia que tuve y tendré en mi vida y espero poder viajar más y seguir escribiendo.

Y cuando llegué el momento, espero poder enamorarme y conocer a la mujer con quien compartiré mi vida y tener una familia, pues es mi sueño perfecto el compartir mi vida y enseñar lo que sé a mis propios hijos, como me va a encantar verlos crecer, tomar sus propias decisiones y ver como se desenvuelven en sus vidas.

Por ahora es lo poco que puedo compartir de mí y estoy muy agradecido a ustedes mis queridos lectores por permitir que pueda expresar mis historias.

Pronto tendré que viajar nuevamente y estaré desconectado del mundo y espero yo que a mi regreso, tengas nuevas historias que contar.

Hasta mañana…

Luis Pablo


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 13 "Mi propio Camino"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Episodio 13 "Mi propio Camino"

Cuando era niño, nunca trataba de imaginar cómo serían las cosas cuando pasaran los años y eso que mi infancia fue como la de todo niño nacido en los 90, la libertad de jugar en las calles, correr, pasar el tiempo al aire libre, paseos al campo, juegos con los amigos del barrio y tantas cosas que el día de hoy ya no suelo ver en ningún lado, parece que se a perdido poco a poco la infancia de antaño, pero bueno, ese es ya otro tema.

Escribo sobre esto porque imagino que al igual que yo, muchos no imaginaron que estarían haciendo en sus vidas en estos momentos y aunque el resultado a veces no sea del todo agradable, todo en nuestras vidas es consecuencia de nuestras decisiones, lo digo yo que pase por muchas etapas en mi vida, toda mi infancia viví influenciada con la idea de ser ingeniero, más por aprobación paterna que por gusto propio, pero eso no quiere decir que no me ayudo a ser quien ahora soy el día de hoy, mi padre me ayudo a desarrollar mi lado racional, desde los 5 años me enseño sobre las computadoras y tecnologías, la pasión por los libros, el análisis y el amor por el conocimiento puro, ese es mi padre el gran erudito, que me enseño todo lo que se y aunque a veces parecería que fue duro conmigo, no fue así, solo quería que siempre diera lo mejor de mí.

Gracias a el descubrí mi pasión por el conocimiento y el estudio en sí, pase mi adolescencia leyendo a Neruda, Gabriel García Márquez, Erich Fromm, Oscar Wilde, tantos temas y tantos autores, desde literatura hasta psicología, desde antropología hasta administración y coaching, tantos libros que permitieron aprenden sobre la vida en sí.

También obtuve el gusto por el cine, la música clásica, el Jazz, cosas que describí con los años, pues entendí que aún recién con mis pocos años de vida soy un alma vieja a mucha honra y me encanta serlo.

Pero lo racional nunca fue suficiente, cuando me encontraba perdido y no tenía un orden en mi vida, llegué a la conclusión de que había perdido lo más importante, el amor propio, había perdido mi camino y mi esencia y es en ese momento en que me convertí en un viajero errante para descubrir y reencontrarme a mí mismo.

Salí de mi hogar y viaje por tantos lugares y conocí a tantas personas de las cuales estoy muy agradecido por cada enseñanza que me dejaron, ahí descubrí el arte de escribir y expresar mis pensamientos en cada escrito mío, descubrí el amor por la naturaleza y la paz, la belleza del mundo y la armonía en que debemos vivir, entendí que aunque la sociedad suele forzarnos a pensar mecánicamente, no debemos olvidar lo que realmente importa, nuestra propia felicidad, desde recostarme en la playa para ver el amanecer, recorrer tantos lugares hermosos y amar la vida en sí.

Descubrí mi pasión por él estudió de las plantas y el desarrollo de mi lado espiritual, descubrí que nuestra vida y felicidad está más ligada a nuestras almas que a lo material y sobre todo que hay muchas cosas que dejamos pasar por estar distraídos, ¡oh vaya! Y como me falta seguir aprendiendo.

Hay muchas historias y cosas que aún no comento sobre mi vida, pero ahora en mis 26 años tengo más claro el camino que debo seguir, me encanta enseñar en la universidad, me encanta compartir mis experiencia y ayudar en lo que pueda a las personas, tengo muchos defectos, es cierto pero cada día aprendo a mejorar como persona, adoro ser un nerd que sabe de muchas cosas, adoro ser un escritor ermitaño, adoro ser tan racional y espiritual al mismo tiempo, adoro cada experiencia que tuve y tendré en mi vida y espero poder viajar más y seguir escribiendo.

Y cuando llegué el momento, espero poder enamorarme y conocer a la mujer con quien compartiré mi vida y tener una familia, pues es mi sueño perfecto el compartir mi vida y enseñar lo que sé a mis propios hijos, como me va a encantar verlos crecer, tomar sus propias decisiones y ver como se desenvuelven en sus vidas.

Por ahora es lo poco que puedo compartir de mí y estoy muy agradecido a ustedes mis queridos lectores por permitir que pueda expresar mis historias.

Pronto tendré que viajar nuevamente y estaré desconectado del mundo y espero yo que a mi regreso, tengas nuevas historias que contar.

Hasta mañana…

Luis Pablo