miércoles, 28 de enero de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Segundo "Hasta luego"



El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Segundo  "Hasta luego"

Pienso en ti a diario… Pienso en ti cuando recorro aquellas calles en silencio, pienso en ti cuando suelo escribir en las noches a luz del fuego apacible de una fogata, incluso pensaré en ti el día en que tenga que partir, pues aunque ese día este tan cerca sigo pensando en ti mientras escribo. 

Pienso en ti pero no con tristeza, tengo gratos recuerdos de un corto tiempo y siempre suelo llevar lo mejor de cada momento, pero pienso en ti de la manera más feliz posible pues aunque tal vez no digamos nada, puedo asegurar que tú también piensas en mí. 

Así que ambos vivimos en la distancia, pendientes de lo que el otro hace sin decir nada y tal vez continuemos así durante un largo tiempo, tal vez tenga que irme muchas veces más y sé que al volver, sin importar el tiempo de mi ausencia, siempre podré esperar que sonrías al verme o al saber de mí. 

Así que me despediré por adelantado una vez más, sé que no recibiré un adiós o un abrazo de despedida, pero sé que notarás mi ausencia y lo único que puedo decir por ahora es que al volver podamos platicar como siempre, como si nada malo hubiera pasado y tal vez en esta oportunidad ambos tengamos el tiempo necesario para compartirlo y quien sabe crear nuevas historias. 

Así que hasta luego y no olvides sonreír.

Luis Pablo


El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Segundo "Hasta luego"



El Diario de un Hombre Ermitaño - Poema Segundo  "Hasta luego"

Pienso en ti a diario… Pienso en ti cuando recorro aquellas calles en silencio, pienso en ti cuando suelo escribir en las noches a luz del fuego apacible de una fogata, incluso pensaré en ti el día en que tenga que partir, pues aunque ese día este tan cerca sigo pensando en ti mientras escribo. 

Pienso en ti pero no con tristeza, tengo gratos recuerdos de un corto tiempo y siempre suelo llevar lo mejor de cada momento, pero pienso en ti de la manera más feliz posible pues aunque tal vez no digamos nada, puedo asegurar que tú también piensas en mí. 

Así que ambos vivimos en la distancia, pendientes de lo que el otro hace sin decir nada y tal vez continuemos así durante un largo tiempo, tal vez tenga que irme muchas veces más y sé que al volver, sin importar el tiempo de mi ausencia, siempre podré esperar que sonrías al verme o al saber de mí. 

Así que me despediré por adelantado una vez más, sé que no recibiré un adiós o un abrazo de despedida, pero sé que notarás mi ausencia y lo único que puedo decir por ahora es que al volver podamos platicar como siempre, como si nada malo hubiera pasado y tal vez en esta oportunidad ambos tengamos el tiempo necesario para compartirlo y quien sabe crear nuevas historias. 

Así que hasta luego y no olvides sonreír.

Luis Pablo