El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta "Volver a verte fue un bello instante"
Volver a verte fue un bello
instante, no hubo peleas, ni conflictos, ni silencios incómodos, tan solo volvimos
a ser nosotros mismos, simplemente fue caminar y pasar la tarde, fue volver a escucharte
y comentar sobre las cosas nuevas que realizaste, sobre aquellas preocupaciones
que siempre tuviste, fue volver a verte sonreír como una niña tierna, aquella
con esa mirada tan dulce que irradias y me contagias de algarabía.
Volver a verte fue una tarde en
la cual me desconecté del mundo, tan solo para platicar contigo, reír contigo,
caminar a tu lado mientras tu observas el entorno y yo tomando fotos a los
paisajes y flores que llaman mi atención.
Volver a verte fue que me
llevarás en tu moto para ayudarte en cosas pendientes, que gracioso es ver a
las personas observarnos mientras tu tan lozana y bella, dulce y tierna en tu
pequeña moto llevas a alguien tan grande como yo, mientras yo aterrado por la
idea de caernos y tu tan temeraria y seguro al manejar, demostrándome como
siempre que no le tienes miedo a nada.
Volver a verte fue terminar el
día y sentarnos a platicar como siempre, mientras tú te sonrojas al verme sonreír
y yo te miro directamente a los ojos y tu tan solo atinas a preguntarme ¿Por qué sonríes?
Volver a verte fue olvidarme por
completo de la hora, del tiempo, del lugar y de mis obligaciones, tan solo por
eso día quise olvidarme de mis responsabilidades para compartir una tarde
contigo y fue más que agradable, pues como siempre, fue todo lo que esperaba.
Volver a verte fue de ensueño,
fue mágico e irreal, pero también sé que no volverá a suceder, pues nuestra
historia no tiene ese tipo de final, yo seguiré siendo errante y tú seguirás en
tus cosas, ese es nuestro idilio interminable, constante y sonante.
Así que una vez más, volvemos a
nuestros silencios y me pregunto ¿Cuánto
tiempo tendremos que esperar para cambiar nuestra historia?
Siempre paciente, lo sé y ahora
una vez más tengo un grato recuerdo.
Hasta Pronto.
Luis Pablo
