domingo, 1 de marzo de 2015

El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta "Volver a verte fue un bello instante"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta "Volver a verte fue un bello instante"


Volver a verte fue un bello instante, no hubo peleas, ni conflictos, ni silencios incómodos, tan solo volvimos a ser nosotros mismos, simplemente fue caminar y pasar la tarde, fue volver a escucharte y comentar sobre las cosas nuevas que realizaste, sobre aquellas preocupaciones que siempre tuviste, fue volver a verte sonreír como una niña tierna, aquella con esa mirada tan dulce que irradias y me contagias de algarabía.

Volver a verte fue una tarde en la cual me desconecté del mundo, tan solo para platicar contigo, reír contigo, caminar a tu lado mientras tu observas el entorno y yo tomando fotos a los paisajes y flores que llaman mi atención.

Volver a verte fue que me llevarás en tu moto para ayudarte en cosas pendientes, que gracioso es ver a las personas observarnos mientras tu tan lozana y bella, dulce y tierna en tu pequeña moto llevas a alguien tan grande como yo, mientras yo aterrado por la idea de caernos y tu tan temeraria y seguro al manejar, demostrándome como siempre que no le tienes miedo a nada.

Volver a verte fue terminar el día y sentarnos a platicar como siempre, mientras tú te sonrojas al verme sonreír y yo te miro directamente a los ojos y tu tan solo atinas a preguntarme ¿Por qué sonríes?

Volver a verte fue olvidarme por completo de la hora, del tiempo, del lugar y de mis obligaciones, tan solo por eso día quise olvidarme de mis responsabilidades para compartir una tarde contigo y fue más que agradable, pues como siempre, fue todo lo que esperaba.

Volver a verte fue de ensueño, fue mágico e irreal, pero también sé que no volverá a suceder, pues nuestra historia no tiene ese tipo de final, yo seguiré siendo errante y tú seguirás en tus cosas, ese es nuestro idilio interminable, constante y sonante.

Así que una vez más, volvemos a nuestros silencios y me pregunto ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para cambiar nuestra historia?

Siempre paciente, lo sé y ahora una vez más tengo un grato recuerdo.

Hasta Pronto. 

Luis Pablo


El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta "Volver a verte fue un bello instante"


El Diario de un Hombre Ermitaño - Tercera Carta "Volver a verte fue un bello instante"


Volver a verte fue un bello instante, no hubo peleas, ni conflictos, ni silencios incómodos, tan solo volvimos a ser nosotros mismos, simplemente fue caminar y pasar la tarde, fue volver a escucharte y comentar sobre las cosas nuevas que realizaste, sobre aquellas preocupaciones que siempre tuviste, fue volver a verte sonreír como una niña tierna, aquella con esa mirada tan dulce que irradias y me contagias de algarabía.

Volver a verte fue una tarde en la cual me desconecté del mundo, tan solo para platicar contigo, reír contigo, caminar a tu lado mientras tu observas el entorno y yo tomando fotos a los paisajes y flores que llaman mi atención.

Volver a verte fue que me llevarás en tu moto para ayudarte en cosas pendientes, que gracioso es ver a las personas observarnos mientras tu tan lozana y bella, dulce y tierna en tu pequeña moto llevas a alguien tan grande como yo, mientras yo aterrado por la idea de caernos y tu tan temeraria y seguro al manejar, demostrándome como siempre que no le tienes miedo a nada.

Volver a verte fue terminar el día y sentarnos a platicar como siempre, mientras tú te sonrojas al verme sonreír y yo te miro directamente a los ojos y tu tan solo atinas a preguntarme ¿Por qué sonríes?

Volver a verte fue olvidarme por completo de la hora, del tiempo, del lugar y de mis obligaciones, tan solo por eso día quise olvidarme de mis responsabilidades para compartir una tarde contigo y fue más que agradable, pues como siempre, fue todo lo que esperaba.

Volver a verte fue de ensueño, fue mágico e irreal, pero también sé que no volverá a suceder, pues nuestra historia no tiene ese tipo de final, yo seguiré siendo errante y tú seguirás en tus cosas, ese es nuestro idilio interminable, constante y sonante.

Así que una vez más, volvemos a nuestros silencios y me pregunto ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para cambiar nuestra historia?

Siempre paciente, lo sé y ahora una vez más tengo un grato recuerdo.

Hasta Pronto. 

Luis Pablo