lunes, 26 de enero de 2015

Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


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El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


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Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo


Sobre mis 26 años cumplidos


Sobre mis 26 años...

El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.

Desde las primeras mañanas en que escuchaba la radio de mi padre a las 5 de la mañana, cuando tan solo tenía 6 años, en la que solo pensaba en los dibujos, las golosinas, el pelear con mi hermano mayor y todo parecía tan simple, pues la algarabía de un niño como yo y otros estaba en la imaginación de fábula enmarañada con tantos días gratificantes.

Recordé a mi hermano, que recién a mis 26 años estamos empezando a ser amigos, tuvimos muchas peleas, discusiones, pero a pesar de lo que pensaba él ahora es un padre ejemplar, un modelo a seguir y lo admiro por eso.

Recordé mi primer beso, ese que te deja sin aliento, que te parece gracioso por que no sabías si lo estabas haciendo bien y más que nada porque todo el recuerdo resulta tan vergonzoso que hasta el día hoy suelo sonreír.

Recordé a la primera persona que amé, a esa mujer con la que compartí poemas, recuerdos, peleas, canciones y después tantos años seguimos siendo amigos y la quiero como si fuera parte de mi familia.

Recordé mi etapa de incomprendido, de estilos musicales, el cambiar de look al vestir y tantas cosas que gracias a mi control de recuerdo puedo obviarlas.

Recordé 26 años de vida en una sola noche y aún pienso que todo fue grandioso, recordé mi infancia hasta el sonido del tráfico de las frías mañanas de esta ciudad en la que vivo ahora.

Gracias a las personas que estos años han estado conmigo, a mis hermanos, a mis padres, a mis mejores amigos, a mi mentora mi gran maestra Sonia Tara, a las personas que conocí y aun no conozco.

“El primer síntoma de la vejez, no fue ver mi rostro cambiante en un espejo, fueron las inmemorables historias y recuerdos que albergan mi mente, como una gran biblioteca que describen cada etapa de mi vida.”

Luis Pablo